La base había sido sitiada durante dos días por un contigente talibán, aunque el gobernador no pudo facilitar cifras de muertos.
“Tras rendirse a los insurgentes hemos perdido el contacto con nuestras tropas en el área y las telecomunicaciones han sido también interrumpidas por los talibanes”, indicó el gobernador.
El portavoz policial de Badakhshan, Lal Muhammad Ahmadzai, dijo que ni la Policía ni el Ejército pudieron dar apoyo aéreo a las tropas sitiadas por el mal tiempo y tampoco llegar en su auxilio por carretera debido a los daños registrados tras las recientes inundaciones.
“Hemos comenzado los esfuerzos para retomar el control de la base, pero el mal tiempo impide el acceso al área”, dijo.
En una declaración distribuida en Kabul, el portavoz talibán Zabihulla Mujahid reivindicó la responsabilidad de ese grupo en la toma de la base, indicando que al menos 125 efectivos de las fuerzas de seguridad han sido hechos prisiones y ha sido capturado un gran arsenal de armas.
Mujahid dijo que al menos 12 militares han muerto y 13 resultaron heridos.
La acción militar se produce en momentos en que Gobierno y talibanes llevan a cabo reuniones para tratar de abrir un proceso de paz que acabe con 14 años de conflicto, una iniciativa que según expertos no secundan todas las facciones de ese grupo insurgente.