Todos los trabajadores alemanes del consulado se encuentran “seguros y no están heridos”, informó el Ministerio de Exteriores alemán. Según un periodista afgano, la veintena de empleados alemanes se encuentra en la base militar de Camp Marmal, situada a unos 10 kilómetros y gestionada por el Ejército alemán.
Los talibanes reivindicaron el ataque y aseguraron que se trata de una represalia por un ataque ocurrido el 3 de noviembre en la provincia de Kunduz en el que murieron más de 30 civiles.
La explosión, que se pudo escuchar en toda la ciudad, informó el médico jefe del hospital local, Noor Mohammad.
El responsable de la Policía local Sayed Kamal Sadat indicó que envió refuerzos para obtener más informaciones, mientras que las ambulancias se precipitaban al lugar con sus sirenas a todo volumen.
El portavoz taliban Zabihullah Mujahid reivindicó “la operación mártir” en un comunicado, afirmando que fue realizada “en represalia” por los bombardeos aéreos estadounidenses que mataron al menos a 32 civiles en Kunduz el 3 de noviembre.
Afirmó que “atacantes” pudieron penetrar al interior del edificio para continuar el ataque, pero esto no fue confirmado por fuentes independientes, aunque habitantes vecinos del consulado se referían en las redes sociales a tiroteos.
Según el corresponsal de la AFP, que se acercó al lugar del atentado bloqueado por las fuerzas del orden, la explosión quebró todos los vidrios “en un espacio de varios kilómetros alrededor” y despertó a los habitantes, que escucharon gritos y lloros.
Helicópteros sobrevuelan en este momento al zona, agregó.