El viernes, las fuerzas chinas enviaron una cantidad récord de 68 aviones de combate dentro del espacio aéreo taiwanés. Las autoridades taiwanesas denunciaron que los ejercicios militares chinos buscan simular una invasión a la isla, lo que ha llevado a Taipéi a desplegar misiles, mantener a sus tropas en alerta y enviar jets de combate, además de advertir por radio a los chinos de no ingresar en zonas consideradas propias por Taiwán.
El Consejo de Asuntos Continentales, la entidad taiwanesa que coordina los contactos con Pekín, protestó enérgicamente por los ejercicios chinos y llamó a detener de forma inmediata una provocación que considera “irresponsable”. China lanzó estas maniobras en torno al territorio de esta isla gobernada de forma democrática tras la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi.
Advertencia a Japón
Como parte de estos ejercicios militares, China disparó 11 misiles balísticos, cinco de los cuales cayeron en aguas territoriales japonesas, lo que es visto como una advertencia a ese país para que no se inmiscuya en el conflicto, y uno habría sobrevolado Taipéi, la capital taiwanesa. Hay “múltiples tandas de aviones y barcos comunistas realizando actividades alrededor del estrecho de Taiwán”, indicó el ministerio de Defensa taiwanés en un comunicado.
Por ello, el Consejo de Asuntos Continentales pidió “a todos nuestros socios democráticos del mundo que sigan apoyando a Taiwán y contrarresten el comportamiento irresponsable de un régimen autocrático que socava la paz con su aventurerismo militar”.
China considera a Taiwán, que es un estado independiente de facto, como parte de su territorio, y ha advertido que retomará su control, aunque sea por la fuerza. Por lo mismo, Pekín estima que la visita de Pelosi fue una violación de su soberanía y una provocación, lo que ha generado la mayor crisis entre las dos superpotencias mundiales en los últimos años.
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