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Sumergible desaparecido en el Atlántico cerca del Titanic: ¿Cómo son este tipo de submarinos?

A varias horas de la desaparición del sumergible con cinco tripulantes en Canadá, son varias las preguntas de los usuarios sobre este tipo de “transporte”, por lo que en esta nota encontrará respuesta a sus dudas.

Sumergible desaparecido en Canadá

El sumergible que llevaba a cinco tripulantes desapareció en Canadá el domingo 18 junio en horas de la noche. (Foto Prensa Libre: AFP y OceanGate Expeditions)

En horas de la noche del pasado domingo 18 de junio se reportó la desaparición de un sumergible que transportaba a cinco personas en una misión turística que pretendía visitar los restos del Titanic, un emblemático transatlántico que se hundió en 1912. El submarino de fibra de carbono tenía por nombre Titan y formaba parte de una misión de OceanGate Expeditions.

Esta empresa informó que el dispositivo transportaba a cinco personas, las cuales eran: el piloto del sumergible, un experto en el Titanic, dos empresarios paquistaníes y un reconocido aventurero británico. Según el Centro Conjunto de Coordinación de Rescate en Halifax, Nueva Escocia, el submarino desapareció en la noche del domingo a unas 435 millas (700 kilómetros) al sur de San Juan, Terranova, Canadá.

Cabe resaltar que un sumergible es una especie de submarino, pero de movilidad más reducida y con una capacidad limitada para permanecer bajo el agua. En este sentido, estas naves son dirigidas a distancia o cuentan con una tripulación muy reducida.

Normalmente, son empleados para la investigación científica o para la exploración del fondo marino. Además, en este caso, por su limitada arquitectura de construcción el sumergible solo tiene capacidad de oxígeno para que las cinco personas a bordo sobrevivan 96 horas, según OceanGate.

Ante este panorama, son varias las interrogantes que surgen al respecto de estos dispositivos, por lo que a continuación encontrará respuestas a las inquietudes más frecuentes.

¿A qué profundidad puede descender?

El Titan tiene la forma de un tubo estrecho, con una escotilla de entrada en la parte frontal, sus dimensiones son de 6.7 metros de longitud por 2.8 metros de ancho. En la profundidad del mar alcanza una velocidad máxima de tres nudos, es decir, 5,5 km por hora. El costo por cada viaje en este “transporte” es de $250.

El sumergible se encuentra equipado con cuatro propulsores, por lo que puede bajar hasta los 4 mil metros, según OceanGate, lo que da un ajustado margen respecto a los 3 mil 800 metros donde se encuentra los restos del Titanic.

Stefan Williams, un experto en robótica submarina de la universidad de Sidney, explicó a AFP que la presión a esas profundidades es “implacable”. “Por cada 10 metros que bajas en el mar incrementas la presión en una atmósfera”, explicó.

Eso significa que a la profundidad del Titanic la presión es 380 veces superior a la de la superficie de la Tierra.

¿Los sumergibles necesitan tripulación?

Inicialmente, los sumergibles estaban destinados a la exploración científica, pero la demanda turística crece, situación que se asimila con el fenómeno del turismo espacial. “Hay un apetito por vivir este tipo de experiencias”, explicó Williams.

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Sin embargo, esta moda llega justo cuando se está empezando a discutir en los círculos científicos, sobre la utilidad de poner a seres humanos en el interior de esas naves. “Puedes llevar a cabo mucha exploración e investigación científica con vehículos dirigidos a distancia”, resaltó el experto.

¿Cuáles son los posibles escenarios?

Según el experto de la universidad de Sidney, en el mejor de los casos Titan perdió la capacidad de comunicarse o se quedó sin energía. Ante este escenario positivo, el sistema de emergencia del sumergible lo lanzará automáticamente hacia la superficie, lo que permitirá la localización de la nave.

El segundo escenario es que el sumergible se hundió hasta el fondo del mar, intacto, por lo que hallarlo y rescatarlo sería un caso extremadamente complicado. De acuerdo con Williams, hay vehículos de rescate que son capaces de bajar hasta 6 mil metros de profundidad, pero se necesita tiempo para trasladar ese equipo al lugar del drama, y luego al fondo del mar.

En el peor de los escenarios, pudo iniciarse un incendio o algún tipo de percance que afectaría la presión interna de la nave. Eso representaría “un fallo catastrófico a ese nivel de profundidad”, concluyó.

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