Suecia y Ecuador firmaron en diciembre un acuerdo de cooperación judicial para hacer avanzar las investigaciones que tienen ramificaciones en los dos países, pero sobre todo para permitir el interrogatorio de Assange.
El australiano, de 44 años, acusado por una sueca de una violación que habría sido cometida en la región de Estocolmo en agosto del 2010, vive recluido en la embajada ecuatoriana de Londres desde junio del 2012.
Assange, objeto de una orden de arresto europea, rehúsa regresar a Suecia por miedo a ser extraditado a Estados Unidos, donde se le reprocha la publicación por Wikileaks en el 2010 de 500 mil documentos clasificados sobre Irak y Afganistán, así como 250 mil comunicaciones diplomáticas.
Tras haber descartado un interrogatorio en Londres, los jueces suecos habían aceptado en la primavera boreal de 2015 viajar a la capital británica para tomar declaración al fundador de Wikileaks. Pero Ecuador rechazó abrirles las puertas de la embajada, en ausencia de un acuerdo bilateral.
Una vez obtenidas todas las autorizaciones, el interrogatorio será llevado a cabo por la fiscal general Ingrid Isgren, en fecha aún por determinar.
Assange corría el riesgo hasta fines de agosto de ser acusado de agresión sexual, pero este cargo prescribía cinco años después de los hechos. En el caso de la violación, la prescripción se producirá en el 2020 si no se lanza hasta entonces un procedimiento penal.