Un día no le dio tiempo de cambiarse y llegó con su traje del trabajo a la universidad. Esto no sería problema para quien trabajase en cualquier otro oficio, menos en el que deba estar maquillado, con zapatos gigantes y una nariz pintada.
Pero esto no le dio pena y cumplió con sus responsabilidades como estudiante. La fotografía se dio a conocer cuando él mismo la publicó en su perfil de Facebook diciendo “Hoy me tocó exponer en la universidad, pero también tenía que cumplir un contrato. No me avergüenzo… soy payasito ahora, pero muy pronto un excelente abogado”.