Los socorristas subieron a bordo del barco cuando remontó a la superficie y sacaron cuatro cuerpos, según el recuento de los periodistas de la agencia oficial húngara MTI.
Estos cuerpos llevan a un total de 24 el número de víctimas descubiertas. Otras cuatro siguen desaparecidas. Solo siete personas sobrevivieron al naufragio, que ocurrió el 29 de mayo por la noche.
Este martes a media jornada los submarinistas húngaros y surcoreanos seguían buscando en los restos del barco con la esperanza de encontrar los últimos cuatro desaparecidos.
El “Sirena”, de 26 metros, se hundió cerca del puente Margarita, en el centro de la capital húngara, con 35 personas a bordo.
El barco chocó con el “Viking Sigyn”, un crucero fluvial de 135 metros, y se hundió en tan solo siete segundos.
Las víctimas son 26 turistas surcoreanos y dos miembros húngaros de la tripulación.
El accidente, el más grave de los últimos años en el Danubio, traumatizó tanto a Hungría como a Corea del Sur, que en 2014 ya sufrió un accidente similar en sus aguas cuando el ferry “Sewol” se hundió dejando 304 víctimas, en su mayoría estudiantes menores de edad.
El lunes, en condiciones difíciles a causa de la corriente, los socorristas húngaros y surcoreanos lograron localizar 20 cuerpos.
La extracción de los restos del barco hundido, muy dañado en popa, permitirá también comprender las causas del accidente.
La asociación de compañías húngaras de barcos de pasajeros dijo en un comunicado que a pesar del aumento del tráfico de turistas en el Danubio no había habido ningún accidente mortal en 75 años.
Las cámaras de vigilancia mostraron como el “Viking Sigyn” se acercaba a gran velocidad al “Sirena”. El capitán del crucero fluvial, de nacionalidad ucraniana, fue encarcelado en Hungría acusado de “negligencia criminal en una vía pública de navegación”.
Según la fiscalía húngara, el sospechoso, de 64 años, ya estuvo implicado el 1 de abril en una colisión con un petrolero en Holanda cuando iba a bordo del el “Viking Idun”, otro crucero fluvial que transportaba 43 tripulantes y 137 pasajeros.
La compañía Viking confirmó que el acusado estaba a bordo pero asegura que no ejercía como capitán en el momento del accidente.
El abogado del capitán, Balazs Toth, dijo que es “uno de los más experimentados del Danubio” y que nunca provocó ningún accidente en 44 años de carrera. El sospechoso aseguró por su parte que “no cometió errores” en el accidente del Danubio.
Según la fiscalía húngara, el capitán borró los datos de su teléfono móvil tras la colisión. Después del accidente, el “Viking Sigyn” siguió con su programa de cruceros en el Danubio, indicó a la AFP la compañía Viking.
Esta compañía, fundada por el noruego Torstein Hagen en 1997 y con sede en Basilea (Suiza), es una de las líderes mundiales de los cruceros fluviales.
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