Jehova de la Cruz Gallegos, de 53 años, fue interceptado la noche del martes por al menos dos personas que “le dispararon cuando se encontraba en el interior de su vehículo”, informó la Policía de Juchitán.
“La policía ministerial realizó el levantamiento del cadáver y empezó las investigaciones”, dijo una fuente policial de ese municipio, ubicado en la región indígena del Istmo de Tehuantepec, a unos 280 kilómetros al sureste de la ciudad de Oaxaca.
El asesinato del dirigente del PRD y de la Unión Campesina Oaxaqueña en Juchiatán es otro caso de violencia criminal previo a las elecciones del 7 de junio, en las que se renovarán los 500 diputados federales, los gobernadores de 9 de los 32 estados mexicanos y casi 900 alcaldías, entre otros cargos.
El jueves recién pasado fue asesinado el candidato a la alcaldía de Yurécuaro (Michoacán, oeste) por el partido izquierdista Morena, mientras que a principios de mayo fue asesinado el candidato a la alcaldía de Chilapa (Guerrero, sur) por el oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Otro crimen contra similar ocurrió en marzo cuando una precandidata del PRD para la alcaldía de Ahuacuotzingo (Guerrero), fue secuestrada y asesinada, meses después de que su esposo corriera la misma suerte.