Los dos vecinos han mantenido en los últimos 26 años fuertes choques diplomáticos debido a que Seúl exigía disculpas oficiales a Tokio, que por su parte consideraba zanjado el asunto con el tratado de normalización de relaciones de 1965.
Sin embargo, el canciller de Japón, Fumio Kishida, dio el lunes un giro de 180 grados a la postura de su Gobierno al expresar “profundas disculpas” por el daño causado a las mujeres coreanas víctimas de abusos sexuales por los soldados del Ejército Imperial nipón en la primera mitad del siglo pasado.
El episodio histórico de las esclavas sexuales “fue una grave afrenta al honor y la dignidad de un gran número de mujeres, y el Gobierno de Japón es dolorosamente consciente de las responsabilidades que esto implica” , expresó Kishida en un comunicado conjunto tras la reunión con su homólogo surcoreano.
El canciller japonés también entregó al surcoreano, Yun Byung-se, una misiva del primer ministro nipón Shinzo Abe para pedir disculpas a las víctimas.
Abe expresó “sus más sinceras disculpas y arrepentimiento a todas las mujeres que fueron sometidas a inconmensurables y dolorosas experiencias y sufrieron heridas físicas y psicológicas incurables” , según el comunicado.
En cuanto a la indemnización, el ministro de Asuntos Exteriores nipón anunció que Tokio se compromete a aportar 1.000 millones de yenes (unos 7,6 millones de euros) a un nuevo fondo de compensación que será gestionado por Seúl y se destinará a “honrar y restaurar la dignidad de las víctimas” .
Este compromiso también se considera una victoria del Gobierno surcoreano, que había exigido multiplicar por diez la cifra de cien millones de yenes (unos 760 mil euros) ofrecida inicialmente por el ejecutivo de Shinzo Abe.
Tokio también exigió la retirada de la estatua de una niña colocada frente a la Embajada de Japón en Seúl a modo de protesta, a lo que el canciller surcoreano respondió que “se esforzará para solucionar este problema de una manera apropiada” .
En todo caso, el acuerdo alcanzado hoy por ambos países servirá para resolver “de forma definitiva e irreversible” -según el comunicado- el conflicto de las esclavas sexuales, llamadas eufemísticamente “mujeres de confort” , que a día de hoy era el principal escollo en las relaciones diplomáticas bilaterales.
Se calcula que unas 200 mil niñas y adolescentes -la mayoría coreanas- fueron víctimas de abusos sexuales por las tropas niponas, principalmente en China y la península coreana, desde los años 30 del siglo pasado y sobre todo al final de la II Guerra Mundial concluida en 1945.
La fricción entre Tokio y Seúl en torno a este asunto ha afectado a las relaciones bilaterales hasta el punto de que Abe y la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, se han reunido una sola vez -el pasado noviembre- desde que ambos accedieron al poder entre finales de 2012 y principios de 2013.
En 1965 ambos países firmaron un tratado por el que Tokio concedió unos 360 millones de dólares al Ejecutivo de Park Chung-hee, padre de la actual presidenta surcoreana, para indemnizar a todas las víctimas de la colonización en general.
Tokio se había aferrado hasta hoy a aquel tratado -que no mencionaba específicamente a las esclavas sexuales- para defender su postura de que el asunto estaba zanjado.
¿Presiones estadounidenses?
Estados Unidos, por su parte, instaba a sus dos aliados a solucionar su conflicto lo más pronto posible, más preocupado por que los dos se centren de preferencia en buscar una respuesta a las grandes ambiciones de China en la región.
La mayoría de los historiadores consideran que hasta 200.000 mujeres, la mayoría coreanas pero también chinas, indonesias y habitantes de otros países asiáticos, fueron sometidas a esclavitud sexual por el ejército imperial durante la Segunda Guerra Mundial.
La posición de Japón, que ocupó la península de Corea de 1910 a 1945, era hasta ahora la de considerar que este asunto se solucionó en 1965 con el acuerdo que restableció los lazos diplomáticos entre Tokio y Seúl.
Además, Japón reconoció en 1993 su culpabilidad en la explotación sexual de estas mujeres, cuando fue creado un fondo para pagarles compensaciones económicas. Sin embargo, este fondo fue financiado con donaciones privadas, y no por el gobierno japonés, para mayor consternación de Seúl.
Corea del Sur estimaba que el acuerdo de 1965 no compensaba de forma individual a las víctimas de los crímenes de guerra del ejército nipón, y siguió exigiendo un verdadero arrepentimiento.
“Estoy muy contento de poder anunciar, antes del final de este año que marca el 50º aniversario de la reanudación de las relaciones, la conclusión de difíciles negociaciones” , dijo Byung-Se.
Para Kishida, este pacto no sólo beneficia a sus dos signatarios sino que contribuirá más extensamente a “la paz y la estabilidad en la región” .
Según varios observadores, la Casa Blanca presionó a Park para que suavizara su posición frente a Tokio, y aceptó a principios de noviembre encontrarse con Abe, en una primera cumbre bilateral entre los dos dirigentes.
Reconciliación abre una “nueva era”
El Gobierno de Estados Unidos dijo el lunes que el acuerdo entre Corea del Sur y Japón sobre la explotación de esclavas sexuales coreanas por parte de las tropas niponas durante la primera mitad del siglo XX “abre la puerta a una nueva era” .
“Aplaudimos a los líderes de Japón y la República de Corea (nombre oficial de Corea del Sur) por tener el coraje y la visión para alcanzar este acuerdo, y pedimos a la comunidad internacional que lo apoye” , aseguró el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, en un comunicado.
Kerry destacó que los dos países han dejado claro que el acuerdo es “definitivo e irreversible” y pone punto y final a décadas de animosidad entre Corea del Sur, que exigía disculpas formales, y Japón, que consideraba el asunto zanjado desde que ambos países normalizaron relaciones en 1965.
De manera paralela, la asesora de seguridad nacional de la Casa Blanca, Susan Rice, dijo que EE.UU. apoya la aplicación del acuerdo y destacó que “es un importante gesto de cicatrización de heridas y reconciliación” .
Según indicó un alto funcionario estadounidense, el acuerdo y la disculpa formal de Japón “abre la puerta a una nueva era” en las relaciones entre esos dos aliados de Washington en el noreste asiático, y fortalece la postura en asuntos de interés común.
“Todo impedimento para la cooperación y entendimiento entre aliados de Estados Unidos es un lastre estratégico para los intereses estadounidenses” , explicó el alto funcionario, quien destacó que esta nueva fase de las relaciones entre Seúl y Tokio refuerza las posiciones frente a Corea del Norte y sus provocaciones.
ONU aplaude histórico acuerdo
La ONU aplaudió el histórico acuerdo entre Japón y Corea del Sur para zanjar la disputa sobre las esclavas sexuales coreanas reclutadas por el Ejército nipón en la II Guerra Mundial y confió en que ayude a mejorar las relaciones bilaterales.
El secretario general de la organización, Ban Ki-moon, destacó el “liderazgo y visión” mostrados por los presidentes de los dos países y subrayó la importancia de que los países de la región construyan “una relación orientada hacia el futuro, basada en el reconocimiento de la historia” .
Ban espera así que el pacto “contribuya a mejorar las relaciones bilaterales entre los dos países” , dijo en un comunicado la oficina de su portavoz.
China confía mejore relaciones
El Gobierno chino confía en ver una mejora de las relaciones entre Tokio y Seúl tras el acuerdo alcanzado el lunes por Japón y Corea del Sur para zanjar el conflicto en torno a las miles de coreanas obligadas por el Ejército nipón a prostituirse antes y durante la II Guerra Mundial.
“Esperamos ver una mejora en las relaciones entre las partes japonesa y surcoreana. También esperamos que esa mejora conduzca a la paz y el desarrollo regional” , dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Lu Kang, en una conferencia de prensa en Pekín.
El episodio de las esclavas sexuales ha sido considerado el mayor escollo en los lazos bilaterales entre Japón y Corea del Sur durante las últimas décadas.
El portavoz chino recordó que el reclutamiento de las que en Japón fueron eufemísticamente llamadas “mujeres de confort” es “un doloroso crimen cometido por el Ejército japonés contra sus vecinos asiáticos” .
“Esperamos que Japón se mire en el reflejo de su historial de agresiones y trate este relevante asunto con una actitud adecuada y responsable” , añadió Lu.