Los temblores fueron a unos 10 kilómetros de profundidad, y ninguno de ellos generó un maremoto.
El geofísico Paul Caruso dijo que ello requeriría generalmente un terremoto de magnitud 7.
Los científicos dicen que las placas tectónicas del área se deslizan una sobre otra de manera horizontal, lo que crea movimientos menos violentos que en las fallas donde las placas suben y caen unas sobre otras.