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En Nueva Jersey, feudo de Chris Christie, uno de los principales asesores de Trump en su campaña presidencial, el candidato demócrata, Philip Murphy, arrebató la gobernación a los republicanos.
Christie es gobernador desde 2010, pero esta vez no se presentó porque no podía optar a un tercer mandato, así que Murphy se batió con la hasta ahora vicegobernadora del estado, Kim Guadagno.
Con el 71% escrutado, Murphy obtuvo el 55.6% de los votos, mientras que Guadagno logró el 42.5%.
En Virgina, los demócratas mantuvieron la gobernación gracias a la victoria de su candidato, Ralph Northam, frente al republicano, Ed Gillespie.
Con el escrutinio casi completo (99%), Northam obtuvo un 53.6% de los votos por un 45.2% de Gillespie, que se había alejado de Trump para mostrar un perfil moderado en un estado en el que los demócratas se han ido fortaleciendo en las últimas décadas.
Pese a ese distanciamiento, Gillespie protagonizó una campaña marcada por el rechazo a la inmigración ilegal.
En tanto, el alcalde demócrata de Nueva York, Bill de Blasio, fue reelecto este martes para un nuevo mandato de cuatro años, informaron medios de prensa de Estados Unidos.
El alcalde, que se ha erigido en defensor de los neoyorquinos ante el presidente Donald Trump, se impuso fácilmente, con un 64.7% de los votos frente el 29.5% de su rival republicana Nicole Malliotakis, tras el escrutinio en el 83% de los locales de votación de la principal ciudad de Estados Unidos.
El político liberal, de 56 años, maneja un presupuesto anual de US$85 mil millones y una nómina de 295 mil funcionarios en una ciudad de 8.5 millones de habitantes.
La elección, en la que la participación fue baja, fue vista por los analistas como un espaldarazo a un político representativo de una ciudad abrumadoramente demócrata, donde en 2016 el 80% del electorado respaldó a Hillary Clinton.
A través de Twitter, Trump, que está en Corea del Sur, reaccionó a la derrota de Gillespie: “Ed Gillespie trabajó duro pero no me abrazó a mi ni lo que yo defiendo”.
Pese a las derrota en Virginia y Nueva Jersey, Trump aseguró que los republicanos “seguirán ganando, incluso más que antes”.
Estas elecciones se celebraron en la víspera del primer aniversario de la inesperada victoria de Trump en las elecciones a la Casa Blanca y se consideraban un termómetro de su gestión.