De 54 años de edad, Mnuchin fue también director financiero de la campaña de Donald Trump y hasta hace muy poco era un desconocido para la opinión pública.
Ahora de convierte en ministro de Economía y Finanzas de la principal potencia mundial, encargado de implementar las promesas electorales del presidente republicano, entre ellas la reducción de los impuestos y el desarme de la gran reforma financiera adoptada tras la crisis de 2007-2008.
En el 2008, en plena crisis, Mnuchin compró en un remate, junto a algunos socios, el quebrado banco Indymac, especializado en los préstamos inmobiliarios de riesgo o “subprimes”.
Rebautizado como OneWest, el establecimiento financiero volvió rápidamente a obtener ganancias luego de quitarle sus viviendas a propietarios que no podían pagar los préstamos recibidos.
Mnuchin debió defenderse de otra crítica de los senadores demócratas: el haber creado cuentas offshore, fundamentalmente en las islas Caimán, cuando manejaba un fondo de inversiones.
Ante una audiencia del Senado, el ahora secretario del Tesoro se justificó diciendo que esas cuentas tenían por solo fin preservar los intereses de “organizaciones sin fines de lucro o fondos de pensiones”.
“El presidente Trump había prometido (…) defender a los trabajadores. La nominación de Mnuchin representa una nueva promesa no cumplida”, advirtió el senador demócrata Tim Kaine.
Steven Mnuchin es el tercer dirigente de Goldman Sachs que asume la conducción del Tesoro desde los años 1990.