Internacional

Senado aprueba decreto para que el DF sea un nuevo estado de México

El Senado mexicano aprobó el martes último un proyecto de decreto para que el Distrito Federal, la capital mexicana, goce de más autonomía política y administrativa y sea considerada un nuevo estado del país, con un gobernador y una constitución propia.

Con 74 votos a favor, 20 en contra y una abstención, los senadores mexicanos aprobaron los últimos cambios a la reforma política del DF que establece a “la Ciudad de México como un estado más de la República Mexicana con autonomía en su régimen interior y en su organización político-administrativa”, destacó la cámara en un comunicado.

Ahora, el proyecto de decreto deberá ser ratificado por los congresos de los 31 estados del país para sus efectos constitucionales, precisó.

Con su nueva categoría de estado, la capital dejaría de estar bajo el mando de la Presidencia pese a que desde 1997 los capitalinos pueden elegir de forma directa al Jefe de Gobierno de la ciudad, un cargo que mezcla funciones de alcalde y gobernador.

Extensión, mil 495 Km cuadrados. Es un poco más pequeña que todo el departamento de Chimaltenango.
Altura, 2 mil 240 metros sobre el nivel del mar. Exáctamente a la misma altura que Quetzaltenango.
Población, 21 millones de habitantes casi seis mil personas por Km cuadrado.
La temperatura media anual es de 16.6° centígrados.
Durante la época calurosa se alcanzan los 28° y en época fría el termómetro puede bajar a los 0°.
Para 2011 el PIB del DF se cifró en US$470 mil millones.


“Con la aprobación del dictamen de la #ReformaPolítica la #CDMX da un paso histórico en el camino hacia su autonomía”, celebró el jefe de gobierno de Ciudad de México, el izquierdista Miguel Ángel Mancera, en su cuenta en Twitter.

En las próximas dos semanas, se podrá convocar a elecciones extraordinarias para conformar una Asamblea Constituyente para que redacte la nueva Constitución de la megaurbe, donde viven unos 21 millones de personas, dijo el Senado.

Al fijar la postura del grupo parlamentario del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), Ana Lilia Herrera apuntó que “mayores facultades deben conllevar mayores responsabilidades”, y deberá haber un trato equitativo con el resto de las entidades federativas, especialmente en la repartición de recursos y rendición de cuentas.

Apuntó que en temas fundamentales como costo del suministro de agua, que en términos reales es de 20 pesos (US$1.17) por metro cúbico, a la capital federal sólo se le cobran dos pesos (US$0.12) en tanto que a Guadalajara se le imponen 12 pesos (US$0.7).

Durante el debate, el senador Víctor Hermosillo, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), se pronunció también porque se apliquen en la Ciudad de México las mismas reglas fiscales y presupuestales que en los estados, “y entonces veremos si son o no suficientes”.

“Si los capitalinos ya se decidieron a ser un estado más, pueden tener la seguridad de que los demás estados van a vigilarlos”, advirtió al exigir que la capital pague sus propios servicios en temas de educación, salud y otros ámbitos, sin gozar con un subsidio privilegiado en el presupuesto federal.

Al respecto, el senador Marco Antonio Blásquez, del izquierdista Partido del Trabajo, advirtió de que en la capital no se dan dádivas, y que los beneficios son programas sociales “que ojalá hubiera en todo el país”.

Tras la aprobación del dictamen, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal reconoció la aprobación de la reforma política de la Ciudad de México como un hecho que sin duda marcará un avance histórico para la capital mexicana.

“La modificación constitucional contribuye sin duda al avance efectivo de un proceso de federalización, además de garantizar la certeza jurídica y el goce y ejercicio de los derechos de los habitantes de la capital del país”, sostuvo.

Apuntó que con esta reforma, que había sido aprobada el 9 de diciembre por la Cámara de Diputados, se reconoce la autonomía para el régimen interior de la ciudad y su organización política, así como la soberanía del pueblo capitalino, la cual será ejercida a través de los poderes de la Ciudad de México, facultada para darse una Constitución local propia.

Además, expuso, resulta importante que se conserve la sede de los poderes federales y se delimite el marco competencial de las autoridades locales y federales, a fin de evitar toda injerencia o intervención indebida en los asuntos internos de la ciudad.

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