En esta sesión, los diputados catalanes podrían declarar la independencia de esta región de 7.5 millones de habitantes, inmersa desde hace años en una escalada de tensión con Madrid por las aspiraciones separatistas de una parte considerable de sus ciudadanos.
El presidente catalán, Carles Puigdemont, suspendió su aplicación para buscar un diálogo con Madrid pero podría optar por seguir adelante ante las presiones de sus aliados.
El conflicto se agudizó con el referendo inconstitucional del 1 de octubre, en el que un 90% de los electores apostaron por la secesión. A pesar de la baja participación (43%), el gobierno regional se comprometió a declarar la independencia.
La pequeña formación de izquierda radical CUP, clave para asegurar la mayoría independentista con sus 10 diputados sobre 135 en el parlamento regional, pidió que la república se proclame “cuanto antes”.
Incluso ERC (Izquierda Republicana de Cataluña), compañeros de gobierno del partido conservador PDeCAT de Puigdemont, defendieron que la mejor respuesta a la intervención de Madrid “es la República catalana”, dijo su portavoz Sergi Sabrià.
Pero el líder en Cataluña del Partido Popular de Rajoy, Xavier García Albiol, respondió que “no se le va a permitir” a los independentistas usar el pleno del jueves para proclamar la secesión.