De acuerdo con el diario El Tiempo, las intervenciones quirúrgicas se llevaron más de 30 horas, unos cien equipos médicos y siete cirugías en los niños para poder ser separados por el cráneo.
La comunidad médica expresó que este había sido un “logro notable” y un gran éxito para la medicina.
La madre de los niños, que ahora tienen 3 años, contó que habían buscado ayuda desde hace 2 años en Río de Janeiro, tiempo desde que se venía preparando la cirugía.
Los médicos ya habían dicho que las operaciones eran muy riesgosas para los menores y que era “casi imposible” llegar a un resultado exitoso.
Parte del éxito en este caso fue la utilización por parte de cirujanos especialistas brasileños e ingleses de la realidad virtual para experimentar con diferentes técnicas, de la que escogieron la más apropiada.
El logro es trascendente, ya que los niños se convirtieron en los siameses más grandes en ser separados.
“No solo hemos brindado un nuevo futuro para los niños y su familia, sino que hemos dotado al equipo local con las capacidades y la confianza para emprender con éxito un trabajo tan complejo nuevamente en el futuro”, dijo Gabriel Mufarrej, jefe de cirugía pediátrica del Instituto Estadual do Cerebro Paulo Niemeyer, citado por El Tiempo.