Todo comenzó el viernes 17 de septiembre, cuando Jonathan Lewis recibió las llaves de la casa nueva y efectuó las acciones que acompañan a las mudanzas, informó Crónica.com.
“Tenía la idea de que había un vacío bajo las escaleras que había sido cerrado con una pared de cartón de yeso”, relató al medio de Liverpool Echo.
La pista había sido un cable que salía por debajo del zócalo de esta pared, en el lugar donde el dueño anterior tenía la heladera.
Curioso por el tomacorriente oculto al otro extremo del cable, decidió salir de dudas: “Como no sabía a donde estaba conectado el cable, hice un agujero del tamaño de un puño en la pared, y al mirar, había una muñeca sentada ahí”.
Allí había una muñeca que tenía al costado una carta, la cual tenía un aterrador mensaje, acorde a lo consignado por el Liverpool Echo.
“Estimado lector/nuevo dueño de la casa ¡Gracias por liberarme! Me llamo Emily. Mis dueños originales vivían en esta casa en 1961. No me agradaban, así que tuvieron que irse. Todo lo que hacían era cantar y divertirse. Fue repugnante. Apuñalarlos a muerte fue mi elección, así que espero que tengas cuchillos. Espero que duermas bien”, decía el escrito.
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Aunque según relató a la prensa británica varios de sus amigos le dijeron que pusiera la casa en venta, Lewis relativizó la veracidad del mensaje: “La inmobiliaria me dijo que la cocina tenía cuatro o cinco años, probablemente la muñeca haya sido puesta en esa época porque el papel no se ve tan viejo”.
El nuevo dueño de la casa concluyó: “Creo que es todo un chiste, para ser honesto, me pareció todo muy gracioso; probablemente yo haría lo mismo”.