Las relaciones entre Colombia y Venezuela están tensas luego que un ataque armado contra militares venezolanos fuera atribuido por Maduro a paramilitares colombianos.
Tras ello dispuso el estado de excepción, el cierre de algunos cruces fronterizos y la aplicación de medidas enérgicas de combate al contrabando, lo que a su vez generó un éxodo de inmigrantes que regresaron a Colombia y una fuerte crisis con ese país.
En una reunión con corresponsales el martes, Correa dijo que propiciaba una reunión directa entre ambos mandatarios “siendo muy respetuosos de la soberanía de esos países, sabiendo que es un problema bilateral, pero que nos afecta como región y también asumiendo las responsabilidades que nos da la presidencia de la CELAC”, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.
Los gobiernos de Colombia y Venezuela confirmaron la reunión. El anuncio del encuentro disminuye la tensión después de que Maduro ordenara la noche del martes el cierre de los últimos pasos fronterizos vía terrestre que unían a los dos países.
Maduro acordó extender el estado de excepción a 10 municipios de las regiones occidentales de Zulia y Apure.
Previamente las autoridades colombianas denunciaron en los últimos días que aeronaves venezolanas entraron durante el fin de semana al espacio aéreo de Colombia, una acusación que Caracas niega. No obstante, el mandatario venezolano celebró el encuentro.
“Por fin se va a dar el face to face’ con Santos. Allí estaré en Quito dándole la mano a Santos y sentándonos a conversar a fondo y de manera extendida todos los temas de la agenda para construir una nueva frontera de paz”, afirmó Maduro en televisión.
La canciller colombiana María Ángela Holguín confirmó también que Santos aceptó la invitación al dialogo que le hicieron Correa y el mandatario uruguayo Tabaré Vázquez, y que “la idea es tener una conversación los cuatro presidentes y así avanzar en dialogo con Maduro”.
En la reunión también estarán Correa como presidente de la CELAC y Vázquez en calidad de presidente pro témpore de UNASUR.
Según Bogotá, las condiciones que puso Santos para el diálogo —la creación de un corredor humanitario, el respeto a los derechos humanos y que se permitiera a los colombianos deportados recoger sus objetos personales— se han cumplido.
Horas antes el presidente colombiano abogó por un diálogo sincero con Venezuela y comentó que no es cerrando más pasos fronterizos como ambos países van a solucionar sus actuales problemas. “Quiero repetir una vez más: no es ampliando los cierres como se acerca la posibilidad de una solución a los temas que aquejan a nuestra frontera. Se requiere un diálogo respetuoso, franco y sincero basado en hechos y en realidades”, aseguró Santos desde la sede de Gobierno.
