El gobierno convocó a sus seguidores a concentrarse en la Plaza Juan Pablo II, donde se realizará la ceremonia, que tendrá como principal orador al presidente Ortega.
Caravanas de autobuses con partidarios del gobierno se dirigen hacia la capital, paralizada por el feriado nacional, y donde hay pronóstico de lluvia para las próximas horas.
“Venimos a la plaza para decirle al comandante (Ortega) y a la compañera (Rosario Murillo) aquí está este pueblo y vamos por más victorias”, manifestó eufórica Mayra Romero, una de las asistentes al acto.
Oportunidad para negocios
La celebración también es una oportunidad para cientos de desempleados que aprovechan para poner puestos de venta de cualquier objeto alusivo a la fecha, comidas y bebidas.
En ese ambiente estaba Karla, un poco desanimada porque no tenía demanda de los tatuajes temporales con la efigie de Sandino y otros emblemas del partido sandinista, que pinta en el rostro o brazos por un módico precio de 30 centavos de dólar.
En esta fecha la nostalgia inunda a los nicaragüenses por el recuerdo de sus muertos: hijos, hermanos, padres y vecinos que perecieron bajo las balas y bombardeos de la Guardia que defendía al régimen de Anastasio Somoza. Pero no todos ellos participan en la celebración porque acusan al partido de gobierno de apropiarse de una gesta nacional con fines partidarios.
El disidente Movimiento Renovador Sandinista (MRS), que agrupa a reconocidos líderes de la gesta histórica, recordó a los caídos en la lucha contra la dictadura y mencionó que en esa agrupación se mantiene el sueño de un país con oportunidades para todos, democracia y soberanía, según señalaron en un comunicado.
“Ahora, de nuevo, una ambiciosa familia trata de convertir a Nicaragua en su propiedad y se enriquece a manos llenas mientras la mayoría del pueblo se mantiene en la pobreza y el abandono”, denunció la agrupación opositora al actual gobierno.