Según detallan investigaciones policiales de ese país, Spagnesi era un consumidor frecuente de drogas y acostumbra a tener encuentros íntimos con sexo servidoras, conductas que no van de la mano con su rol dentro de la fe católica.
Según pesquisas fiscales, el cura realizaba fiestas junto con su compañero Alessio Regina a la que asistían al menos 200 personas con el dinero que los feligreses aportaban.
Tras las investigaciones, a principios de septiembre, el sacerdote fue destituido y a mediados de ese mismo mes fue detenido por la policía. Finalmente un juez de instrucción ordenó que fuera puesto bajo arresto domiciliario mientras las pesquisas esclarecen el caso.