“Dos semanas antes de la inmunidad con absoluta seguridad hay que dejar de consumir (alcohol). La formación de la inmunidad son 21 días entre las dos inyecciones y otros 21 después”, para un total de 56 días, dijo Anna Popova, jefa sanitaria rusa, a la emisora de radio “Komsomólskaya Pravda”.
Popova subrayó que los que se vacunen deben cuidar su organismo con especial esmero durante ese periodo de tiempo si desean reforzar su sistema inmunológico ante el virus.
“Si queremos que haya salud y autodefensa (inmune), hay que dejar que el organismo la forme. Por eso, ni antes, ni después, ni durante. Simplemente, nunca y en ningún caso”, afirmó, sobre el consumo de vodka y otras bebidas alcohólicas.
En caso de efectos adversos debido a la forzosa abstinencia, Popova recomendó a los afectados que sufran alguna clase de “molestia”, que recurran al médico.
El pasado 4 de diciembre la viceprimera ministra, Tatiana Gólikova, llamó a los interesados en recibir la vacuna Sputnik-V a restringir el consumo de bebidas alcohólicas durante 42 días.
La prensa informó de que muchos rusos reaccionaron negativamente en las redes sociales a la abstinencia sobre todo cuando se avecinan las vacaciones de Año Nuevo, que este año se extienden del 1 al 10 de enero, aunque la vacunación será gratuita y voluntaria.
Popova adelantó también que el país está preparado para la vacunación masiva ordenada por el presidente ruso, Vladímir Putin, en un país con más de 2.5 millones de positivos y 44 mil159 muertos.