El portavoz consideró “sin fundamento” las acusaciones de que Sentsov y Kolchenlo “planearon ataques terroristas y cometieron otras actividades subversivas en la Crimea ocupada por Rusia” .
“Esto es un claro error judicial. Ambos ucranianos fueron tomados como rehenes en territorio ucraniano, transportados a Rusia y encarcelados, y se les impuso la ciudadanía rusa contra su voluntad”, sostuvo Kirby.
“Llamamos de nuevo a la Federación Rusa a implementar los compromisos que hizo al firmar los acuerdos de Minsk al liberar inmediatamente a Oleg Sentsov, Alexandr Kolchenko, (la piloto ucraniana) Nadia Sávchenko y todos los demás rehenes”, agregó.
El tribunal en la ciudad de Rostov-on-Don dijo que Oleg Sentsov había formado una célula terrorista en la península de Crimea, que Rusia se anexó el año pasado, y que planeaba ataques. Fue asignado a una prisión de máxima seguridad.
Esas sentencias a períodos tan largos son inusuales en Rusia aun para los juicios con injerencia política.
Sentsov fue juzgado junto con un activista local que fue sentenciado a 10 años de cárcel. Mientras el juez cerraba la sesión, los dos condenados empezaron a entonar el himno nacional ucraniano.
Sentsov, de 39 años, nativo de Crimea, se opuso a la anexión rusa de la península en 2014. Los críticos consideran que su condena fue un acto de venganza por su posición proucraniana.
Sentsov, que no había solicitado la ciudadanía rusa, fue apresado en una calle de la capital de Crimea en mayo del 2014 por agentes de seguridad rusos y apareció varios días después preso en Moscú. Durante el juicio, Sentsov se declaró inocente e insistió en que la justicia rusa no tenía jurisdicción en Crimea.
La fiscalía rusa dijo que ambos planeaban destruir un monumento a Lenin y que intentaban quemar las oficinas de dos organizaciones relacionadas con Rusia.
Docenas de cineastas prominentes, incluso el ruso Andrei Zvyagintsev, ganador de un Globo de Oro, reclamaron al Kremlin la libertad de Sentsov.
Durante su juicio admitió que participó en las protestas del Maidán en Kiev, el movimiento de contestación proeuropeo que llevó a la caída del presidente prorruso Viktor Yanukovich, pero negó rotundamente las acusaciones en su contra.
En su declaración final, previa al veredicto, Sentsov denunció que ha sido víctima de actos de tortura en prisión.
La Unión Europea, Estados Unidos y el presidente ucraniano Petro Poroshenko han pedido su liberación.