Los datos llegan en un momento en que Rusia se enfrenta a un aumento de las infecciones y a las dudas sobre las vacunas entre su población, al tiempo que se esfuerza por competir con vacunas más consolidadas desarrolladas por las empresas Pfizer, Moderna y AstraZeneca, cada una de ellas con una producción de cientos de millones de dosis.
Países de todo el mundo están administrando o considerando la posibilidad de administrar terceras dosis de las vacunas de Pfizer o Moderna, o de poner vacunas de refuerzo a parte de su población, en particular a las personas inmunodeprimidas y a las de mayor edad, aunque no hay consenso entre los científicos sobre en qué medida debería administrarse.
Aplicada como refuerzo de otras vacunas, la Sputnik Light sería casi tan eficaz contra la variante delta como la vacuna insignia rusa Sputnik V de dos inyecciones, dijo en un comunicado el RDIF, que comercializa la Sputnik V a nivel internacional.
El RDIF dijo que la Sputnik Light tendría una eficacia de más del 83% contra los contagios y de más del 94% contra las hospitalizaciones.
Kirill Dmitriev, director del RDIF, dijo a Reuters que esperaba que la Sputnik Light acabe por convertirse en la principal vacuna rusa contra el covid-19.
“Creemos que la Sputnik Light podría ser la principal vacuna dentro de un año, cuando muchas personas sólo tengan que volver a vacunarse o hayan padecido covid-19 y no necesiten la Sputnik V”, dijo Dmitriev.