“Este muchacho dormía en la bóveda para sacar dinero. También se emborrachaba en la bóveda”, dijo el jefe policial a radio Erbol, de La Paz, en referencia a Pari Mamani, de 27 años, el principal acusado.
Como jefe de operaciones de una agencia del banco estatal en el municipio de Batallas, 40 kilómetros al oeste de La Paz, Pari tuvo acceso durante dos años a los códigos de seguridad y bóveda, situación que fue aprovechada para beneficio personal, añadió De la Barra.
El funcionario se apoderó de unos 37,6 millones de bolivianos -unos US$5.4 millones-, según un informe del banco Unión. Pari está preso desde el 29 de septiembre en “Chonchocoro”, una cárcel de alta seguridad en el altiplano de La Paz.
A través de Facebook, el acusado publicitó sus suntuosas compras, como un auto Mercedes Benz S500 Maybach edición de lujo que obsequió a su novia argentina, la cual ahora está presa en La Paz junto a otras 13 personas sindicadas de cómplices, incluyendo al hermano menor y la madre de Pari.
El acusado del millonario desfalco bancario perpetrado entre 2016 y junio pasado tenía una colección de vehículos de alta gama y organizaba fiestas eróticas con finos y caros licores en La Paz y Santa Cruz de la Sierra, donde adquirió varios inmuebles.
También obsequió vehículos último modelo a sus familiares y a su ex esposa. Además adquirió en China equipos para una fábrica de cera.
Pari solía viajar al extranjero y en una ocasión alquiló un avión para ir con su novia a la provincia argentina de Santa Fe.
“¿Solo un funcionario se robó más de 37 millones, un promedio de 120 mil por día y nadie se dio cuenta? Permítanme dudar”, cuestionó el diputado Amilcar Barral, de la opositora Unidad Nacional (UN).
La investigación por el millonario robo enfrentó en los últimos días a policías y fiscales, mientras la oposición política pidió informes al ministro de Economía, Mario Guillén, para que detalle qué pasó en el estatal banco Unión.