Sin embargo, el joven de 21 años ya se encontraba en la mira de la policía desde 2019. La primera vez por una tentativa de suicido, mientras que la segunda fue por amenazar que “acabaría con todos” los miembros de su familia.
El sargento Chris Covelli, de la oficina del sheriff del condado de Lake confirmó que, a pesar de estos antecedentes que denotaban una actitud peligrosa, Crimo logró obtener de manera legal cinco armas, incluida la que utilizó el pasado 4 de julio, además de contar con una colección de cuchillos y un arco en su casa.
Covelli indicó que Crimo disparó hasta 70 ráfagas con un rifle de alta precisión el 4 de julio, y que, una vez perpetuado el tiroteo y escondiéndose entre la multitud, se le había ocurrido de forma inesperada atacar también un desfile patriótico que se realizaba en Madison, a cien kilómetros de Highland Park.
Robert Crimo dio sus declaraciones el pasado 6 de junio, afirmando haber sido el autor del tiroteo y no mostrando ningún tipo de arrepentimiento por sus actos, aún cuando los jueces detallaron los nombres de las víctimas mortales.
También afirmó haberse vestido como una mujer para ocultar sus tatuajes y esconderse entre la multitud.
La policía local dijo que aún desconocen los verdaderos motivos por las que el joven cometió el crimen. Presumen que pudo tratarse de posibles problemas psicológicos por los contenidos que subía a sus redes sociales antes del tiroteo.
Otro de los motivos que analizan las autoridades son religiosos, esto debido a que varios usuarios reportaron en redes sociales el pasado día de pascuas ver a Robert Crimo en una sinagoga de Highland Park, vestido completamente de negro con guantes y una mochila.
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El tiroteo en Highland Park también pone en cuestionamiento las medidas que han tomado las autoridades sobre el control de armas en EE.UU., concretamente en Illinois, uno de los estados más estrictos en ese aspecto.
También generó preocupación la nula efectividad de la Ley de Bandera Roja contra Crimo, una ley que permite a un juez decomisar el armamento a una persona que tenga tendencias violentas, así como impedirle la compra futura de armas.