La mujer se encontraba parqueando frente a su casa, cuando apareció un auto y del mismo se bajaron sujetos, quienes con armas de fuego y uso de la violencia le quitaron su vehículo.
Ella no se opuso al asalto, pero pidió que le dejaran sacar a sus hijos; un menor de 11 años, otro de ocho y la más pequeña de tan solo tres meses, que estaba en un asiento para bebé en la parte trasera del auto.
Los delincuentes apuntaron un arma de fuego en el rostro del niño de ocho años para intimidar a la madre, quien entre gritos y llantos, según narró a las autoridades, pedía que sus hijos salieran del auto.
Accedieron a su petición, pero por la premura del asalto no se percataron que en la parte trasera de auto había un bebé, solamente dejaron que los otros dos niños salieran del auto.
Cuando los hombres arrancaron el auto, la mujer comenzó a gritar, lo que hizo que los ladrones se percataron del infante. Pararon por unos segundos para solo abrir la puerta del auto y prácticamente tirar la silla con todo y la bebé a la carretera.
La pequeña no presentaba ningún golpe según la evaluación médica, estuvo dormida durante todo el tiempo.
Vecinos informaron que esa zona es peligrosa y que era “bastante común” ese tipo de asaltos. Cámaras de seguridad captaron parte del incidente y será usado para las investigaciones de ley.