El mandatario había intentado durante toda la jornada unir a legisladores del Partido Republicano en torno al proyecto, pero los esfuerzos no dieron resultado y la presidencia de la Cámara de Representantes optó por postergar la votación.
Instantes más tarde, un funcionario de la Casa Blanca dijo a la Prensa que “la votación se realizará en la mañana” de este viernes, para evitar votar en la madrugada. “Tenemos confianza en que aprobaremos la ley en la mañana”, añadió la fuente.
“Sigo oponiéndome a esa ley. Creo que es peor que Obamacare”.
Sin embargo, el legislador Kevin McCarthy, líder del bloque del Partido Republicano en la Cámara de Representantes, dijo que aún será necesario ordenar la agenda para definir el momento de realizar la votación.
McCarthy admitió que el bloque oficialista aún no contaba con los votos necesarios para lograr la aprobación del proyecto. “Pienso que precisamos de un par más para lograrlo. El presidente ha hecho grandes progresos”, dijo el legislador.
A su vez, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, tenía previsto ofrecer una conferencia en la mañana, que inicialmente fue postergada a la tarde y finalmente cancelada.
En busca de la unidad
El problema que Trump no logró resolver es que los republicanos llegaron claramente divididos en relación con el proyecto apoyado por la Casa Blanca para sustituir el actual modelo de salud pública, conocido como Obamacare.
Una corriente, la más alineada con Trump, considera que el plan es lo que el país necesita para superar el modelo Obamacare.
Pero una segunda corriente, más ortodoxa, se opone al proyecto por considerar que no es lo suficientemente conservador y que mantiene aspectos importantes del Obamacare.
En el medio, una parte importante de los legisladores republicanos asume un discurso de cautela porque estudios indican que la nueva ley podría dejar nada menos que a 14 millones de personas sin ninguna protección médica en el próximo año, un escenario que consideran explosivo para las elecciones legislativas parciales del 2018.
Para tratar de romper esta situación, Trump convocó a la Casa Blanca a representantes del Freedom Caucus, un bloque parlamentario de neto corte conservador y que se opone firmemente al proyecto lanzado por el presidente.
El legislador Mark Meadows, líder de ese bloque conservador, dijo al fin de la reunión que “aún no tenemos un número suficiente de nuestros miembros dispuestos a decir sí”.
“Sigo oponiéndome a esa ley. Creo que es peor que Obamacare”, dijo este jueves a la Prensa el legislador republicano Thomas Massie. Antes del anuncio de la postergación, otro republicano, Mike Lee, parecía no tener dudas: “la votación fracasará”.
Un legislador republicano considerado moderado, Charlie Dent, también adelantó que votaría en contra.
En un mensaje en la red Twitter, Trump formuló un llamado a sus electores: “contacten a sus legisladores y díganles que apoyan la ley”, escribió.
We are taking action to #RepealANDReplace #Obamacare! Contact your Rep & tell them you support #AHCA. #PassTheBill https://t.co/opzrXJigGA pic.twitter.com/C7snoRafPI
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) March 23, 2017
Obama rompe el silencio
La votación que estaba prevista para este jueves habría coincidido con el séptimo aniversario de la adopción del sistema vigente de seguros médicos, que desde entonces es conocido simplemente como Obamacare, en referencia a su principal impulsor, el expresidente Barack Obama.
14 millones de personas perderían cobertura médica sin el Obamacare el próximo año.
En este escenario de incertidumbre, Obama rompió su silencio. En una nota oficial formuló una clara advertencia: cualquier cambio al modelo Obamacare debe ser para mejorarlo, no para dejar más personas sin cobertura médica.
“Nuestro punto de partida debería ser que cualquier cambio a nuestro sistema de salud sea para mejorarlo, y no hacerlo peor para millones de trabajadores estadounidenses”, expresó el exmandatario.
“Después de un siglo de conversaciones, décadas de intentos y un año de debate partidario, nuestra generación tuvo éxito. Finalmente declaramos que en Estados Unidos el cuidado de salud no es un privilegio para pocos, sino un derecho de todos”, apuntó.
Y en cada oportunidad insistió en que era necesario “seguir construyendo a partir de esa legislación”.