“El incidente fue provocado por una falla estructural”, señaló el reporte leído por Jesús Esteva, secretario de obras de la alcaldía de la capital, que contrató a la firma de ingeniería.
La empresa añadió que el problema estuvo asociado a “condiciones” como “deficiencias en el proceso constructivo” y de soldadura de los llamados pernos Nelson.
También está ligado a la “porosidad y falta de fusión en la unión perno-trabe”, a la “falta de pernos Nelson en las trabes que conforman el conjunto del puente”, al uso de “diferentes tipos de concreto en la tableta” y a “soldaduras no concluidas y/o mal ejecutadas”.
DNV, cuyo director en México, Eckhard Hinrichsen, participó en la presentación del informe, tiene previsto entregar otros dos reportes el 14 de julio y el 30 de agosto próximos.
Los expertos de la firma noruega encontraron deformaciones y fracturas de las vigas y trabes de los puentes por donde transitaba el tren elevado al momento del siniestro, detalla el reporte.
“Castigo”
El documento consigna que entre las líneas de investigación se busca determinar si el diseño fue el apropiado, si se utilizaron los materiales requeridos, si la ejecución de la obra fue la indicada y si influyeron factores posteriores como la operación, reparaciones y rehabilitaciones.
“Las responsabilidades derivadas de empresas y servidores públicos son competencia de la fiscalía” de Ciudad de México, que realiza una investigación, dijo de su lado la alcaldesa de la capital, Claudia Sheibaum, presente en la rendición del informe.
La noche del pasado 3 de mayo, un tramo elevado del metro colapsó y dos vagones quedaron suspendidos a unos 12 metros de altura. Un total de 26 personas fallecieron, mientras que al menos 80 resultaron heridas.
Este miércoles, durante su conferencia matutina, el presidente izquierdista Andrés Manuel López Obrador reiteró que habrá “castigo a los responsables” de la tragedia y prometió apoyar la rehabilitación del tramo, que afecta a habitantes de una zona pobre de esta ciudad de nueve millones de habitantes.
Secuelas políticas
La Línea 12 o “Dorada”, donde se registró el accidente, es la de más reciente construcción del metro, que comenzó a operar en 1969.
Fue desarrollada durante la alcaldía de Marcelo Ebrard (2006-2012), actual canciller y uno de los hombres de confianza de López Obrador.
Dirigentes opositores señalan a Ebrard de ser uno de los culpables del colapso, pero el ministro sostiene que su responsabilidad administrativa sobre el proyecto concluyó en 2013 y ha ofrecido apoyar las pesquisas.
Según el canciller, quien es visto como un potencial candidato presidencial en 2024, los problemas en el elevado se conocieron tras el fuerte sismo de 2017, que dejó 370 muertos, principalmente en la capital.
El pasado fin de semana cuestionó si su sucesor en la alcaldía, Miguel Ángel Mancera, “realizó toda la labor de mantenimiento requerida” tras el terremoto.
Empresa de Slim en la mira
La firma Carso, del magnate de las comunicaciones Carlos Slim, también es señalada en la investigación ya que fue, según la secretaría de Obras de la alcaldía, la encargada de la construcción del tramo que se partió en dos.
Sheinbaum, quien también es mencionada como posible aspirante presidencial del oficialismo, anunció por su parte que se comunicará con representantes de las empresas constructoras involucradas para “entablar un diálogo técnico”.
Desde sus inicios, la obra estuvo marcada por la polémica, pues su costo fue de US$1 mil 200 millones, 70% más de lo previsto originalmente.
Además, en 2014 la operación de 12 estaciones fue suspendida por poco más de un año debido a degradaciones en la vía, en durmientes, fijaciones de riel y un desgaste ondulatorio de este último.