Reducir las emisiones
Para los lugareños, esta energía es tres veces más barata que el gas licuado del petróleo y además reduce las emisiones de dióxido de carbono. Indonesia es uno de los mayores contaminantes del mundo.
Si la producción se extiende a todo el país, más de 56 mil toneladas de combustibles fósiles pueden sustituirse cada año por este biogás, estima la agencia pública de las tecnologías.
Un optimismo compartido por la oenegé holandesa Hivos, que instaló en Indonesia 20.000 digestores, unas cubas que producen biogás mediante un proceso de metanización de desechos orgánicos.
“Hay miles de productores de tofu en el país. Hay mucho potencial” , explica a la AFP Robert de Groot, que dirige el programa de desarrollo de Hivos.
A escala de Indonesia, país del sudeste asiático muy dependiente de las energías fósiles, el potencial de producción de electricidad con fuentes no convencionales como el tofu es inmenso, afirman los expertos.
Por el momento, las energías renovables sólo producen la ínfima parte de la electricidad de este archipiélago de 17 mil islas e islotes en el que viven 255 millones de habitantes. El gobierno quiere alcanzar el 25% del total antes deL 2025.
Si bien la mayoría de los proyectos se centran en la energía solar y eólica, algunos indonesios la fabrican a partir del sorgo o de los excrementos de los cerdos.
La iniciativa de Kalisari es una de las más originales. En la aldea la producción de biogás contribuye a reducir los daños causados al medio ambiente por la producción de tofu. Antes miles de litros de aguas residuales acababan en los ríos y contaminaban los arrozales.
“El medio ambiente, aquí, estaba muy contaminado” , declara a la AFP el jefe de la administración local Aziz Masruri, mostrando un río al que arrojaban los residuos líquidos de tofu. “Afectaba a la agricultura y el agua apestaba” .
Desde que se recoge el líquido opaco y nauseabundo para el biogás, el río está más limpio.