“Tuvimos una reunión muy agradable con el papa Francisco” dijo Castro a la prensa al concluir un encuentro bilateral con el jefe del gobierno italiano, Mateo Renzi.
“Salí muy impresionado por su sabiduría, su modestia y todas las virtudes que sabemos que él tiene” , añadió.
Comunismo y devoción
“Yo me leo todos los discursos del Papa y sobre todo los comentarios que él hace. Y a Renzi le dije, si el Papa sigue hablando así, comenzaré a rezar y volveré a la Iglesia. Y no lo digo en broma”, subrayó, recordando que tanto él como su hermano Fidel se formaron en colegios jesuitas, la misma orden de Francisco.
“Soy comunista (…) el partido no permitió jamás la misión de los creyentes. Hoy está permitido que haya creyentes. Es un paso adelante”, agregó.
En el encuentro con la prensa, limitado a un breve discurso tanto de Renzi como de Castro, sin preguntas, el presidente cubano se refirió al relanzamiento de las relaciones con Estados Unidos.
“Tal vez el 28 de mayo Estados Unidos nos saque definitivamente de la lista de países terroristas”, en la que Cuba figura desde el gobierno de Ronald Reagan.
Con Renzi, agregó, “hablamos de todo” y concluyó diciendo que Italia “está jugando un rol muy importante en las negociaciones con la Unión Europea, con la cual esperamos concluir un acuerdo a fin de año”.
En relación al encuentro con el Papa, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, había señalado más temprano que la reunión tuvo lugar en un “ambiente de cordialidad y familiaridad”.
El encuentro con el pontífice duró 55 minutos y tuvo lugar en un pequeño salón contiguo al Aula Pablo VI, donde se llevan a cabo las grandes reuniones en el Vaticano.
Castro llegó puntual al encuentro, a las 07H30 GMT. El Papa le dio la mano muy afablemente y poco después entraron en su estudio para la reunión privada.
Ambos se intercambiaron presentes. El pontífice le ofreció una medalla de San Martín de Tours y un ejemplar de la exhortación apostólica “El Evangelio de la Alegría” .
Castro ofreció al Papa una obra del artista cubano Alexis Leiva Machado, que firma como Kcho, y una medalla de plata en conmemoración de los 200 años de la catedral de La Habana.
Encuentro y viaje históricos
El encuentro entre Francisco y Raúl Castro fue anunciado el pasado martes y también sirvió para cerrar los detalles del próximo viaje del pontífice a la isla, en septiembre.
Francisco hará escala en Cuba antes de viajar a Estados Unidos, donde tiene previsto visitar Nueva York y hablar ante las Naciones Unidas.
Cuando el 17 de diciembre Cuba y Estados Unidos anunciaron su acercamiento, el presidente cubano ya agradeció a Francisco sus gestiones como mediador.
Francisco será el tercer pontífice que visita Cuba, después de Juan Pablo II en 1998 y Benedicto XVI en 2012.
No es la primera vez que Raúl Castro visita Roma. Ya lo hizo en 1997, cuando era ministro de Defensa, en una visita sorpresa cuando venía de Pekín. El líder cubano visitó entonces algunos lugares históricos en la Ciudad del Vaticano.
Tras la revolución cubana de 1959, la Iglesia se opuso al nuevo régimen comunista, que reaccionó expulsando a un centenar de religiosos y nacionalizando numerosos bienes eclesiásticos.
Pero tras años de altibajos, Fidel Castro, relanzó las relaciones con la Iglesia con una visita al Vaticano en 1996, coincidiendo con la cumbre sobre alimentación en la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) .
Castro fue recibido por el papa Juan Pablo II, que dos años después viajó a Cuba.
Los viajes de los papas a Cuba marcaron nuevos avances en las relaciones entre Cuba y el Vaticano. En 1998, cuando Juan Pablo II visitó la isla, Fidel Castro restituyó el feriado de la Navidad, que había sido suprimido a finales de los años 1960. En 2012, durante la gira de Benedicto XVI, el presidente Raúl Castro restituyó el feriado de Semana Santa.
Y como parte del diálogo iniciado en 2010 por el cardenal Jaime Ortega y el presidente Castro, el gobierno autorizó la construcción de nuevos templos católicos. En 2013 comenzó además a devolver a la Iglesia varios inmuebles nacionalizados en los años 1960.