Los prófugos, buscados por delitos graves, como asesinato, secuestro o violencia sexual, eran todos objeto de notificaciones rojas de Interpol.
Los arrestos se produjeron entre el 22 de febrero y el 5 de marzo y en ella participaron las policías de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Panamá y Perú.
En un comunicado, la institución con sede en París destacó el arresto de un prófugo buscado en Perú por explotación sexual de menores y trata de personas que fue detenido por la policía argentina.
También citó el caso de Inga Molina, que estaba en la lista de prófugos más buscados de Ecuador desde 2018, acusado de violación.
En un principio se pensó que había huido al extranjero, pero los investigadores lograron localizarlo y detenerlo en Quito gracias al análisis de fuentes abiertas y a las escuchas telefónicas.
También se procedió al arresto del jefe de una red internacional de narcotráfico, buscado por Brasil tras una serie de incautaciones, que fue detenido por la policía boliviana en Santa Cruz de la Sierra.
“Estos resultados solo son posibles gracias a la red permanente de EL PAcCTO que se ha ido creando a lo largo del tiempo entre los investigadores nacionales de prófugos”, declaró Stephen Kavanagh, director ejecutivo de servicios policiales de Interpol, citado en el comunicado.
“Cada año, esta red se fortalece y resulta aún más difícil para los delincuentes eludir la acción de la justicia huyendo de un país latinoamericano a otro”, añadió Kavanagh.
EL PAcCTO es un programa de cooperación financiado por la Unión Europea que pretende reforzar las capacidades y facilitar la cooperación internacional.
Su asociación con Interpol tiene como objetivo crear y desarrollar un mecanismo permanente para las investigaciones sobre prófugos en toda Latinoamérica.
Puesto en marcha por primera vez en 2018, ha permitido hasta ahora la localización y detención de 79 prófugos.