Vestido con traje y corbata y un pañuelo en el bolsillo, explica que, tras padecer síntomas “por fortuna leves” del coronavirus, lo ha superado, pero continúa estando “aislado” y respetando “la distancia social”.
“Como todos vamos aprendiendo, esta es una experiencia extraña, frustrante y a menudo angustiante, cuando la presencia de la familia y los amigos deja de ser posible y las estructuras normales de la vida desaparecen repentinamente”, dijo.
Él y su esposa Camilla, que patrocina a su vez la organización Silver Line contra la soledad en la vejez, piensan “en particular en aquellos que han perdido a alguien en estas circunstancias difíciles y anormales, y en los que deben afrontar enfermedad, aislamiento y soledad”.
El hijo mayor de la reina Isabel II del Reino Unido también destacó la solidaridad que ha percibido entre los británicos y, principalmente, la “batalla heroica” que libran los empleados del servicio nacional de salud (NHS, en inglés) para atender a los enfermos y frenar la propagación del virus.
También pide que los sanitarios sean tratados “con una consideración especial” cuando por ejemplo, al final de sus “agotadores turnos” y preocupados igualmente por sus propias familias, “van a comprar” (y se encuentran con las estanterías de los supermercados vacías por el acopio de otros).
Con información de EFE.