Para el primer ministro británico, David Cameron, las declaraciones de Trump sobre los musulmanes son “simplemente equivocadas”, y su portavoz dejó claro que Cameron está “en total desacuerdo con ellas”, en una frase que se repitió en diversos idiomas y en diversos lugares.
Manuel Valls, el generalmente discreto primer ministro francés, fue todavía más directo y en un mensaje en la red Twitter afirmó que Trump, “al igual que otros, alimenta el odio y las generalizaciones”.
En Ginebra, la portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), Melissa Fleming, expresó este martes la “preocupación” de ese organismo con las ideas defendidas por el aspirante presidencial del Partido Republicano.
“Estamos preocupados por la retórica utilizada en la campaña electoral que pone en peligro un importante programa de acogida” de refugiados sirios, dijo Fleming.
El director del Centro Islámico de Nueva Jersey, Ahmed Shadeed, advirtió que las ideas de Trump “están (incitando a que) la gente nos haga daño”.
En El Cairo, Dar al Iftaa, la máxima autoridad religiosa de Egipto, condenó los “comentarios extremistas y racistas”, y agregó que solo servirán para atizar tensiones entre comunidades.
“Demagogo fascista”
En Estados Unidos, la reacción a las declaraciones de Trump también fueron airadas: y el polémico candidato fue tratado en las redes sociales de “demagogo fascista, y hasta hubo quien propuso que sea colocado en un cohete y enviado al espacio.
El exgobernador de Florida Jeb Bush escribió en Twitter que “Donald Trump está desquiciado”.
En la misma línea se pronunció el senador Lindsey Graham, uno de los pesos pesados del Partido Republicano en cuanto a seguridad nacional. “Todo candidato a la presidencia debe hacer lo correcto y condenar el comunicado de @realDonaldTrump”, tuiteó.
El presidente de la Cámara de Representantes, el conservador Paul Ryan, dijo este martes que las declaraciones de Trump “no es conservadurismo”, y recordó que hay “muchos musulmanes en nuestras Fuerzas Armadas, inclusive muchos musulmanes que trabajan en el Congreso”.
Los demócratas tampoco se quedaron callados. El aspirante Martin O’Malley aseguró que “Donald Trump disipa todas las dudas: hace campaña para la presidencia como un demagogo fascista”.
Por su parte, el multimillonario Jeff Bezos publicó un mensaje donde afirmó que se encargará de “reservar (a Trump) un asiento en el próximo cohete Blue Origin. Mándenlo al espacio”.
Trump justificó su idea de un cierre completo del país a los musulmanes “hasta que los legisladores entiendan qué diablos está pasando”, pero el diputado republicano Mike Turner dijo que esa visión era “deplorable”.
“No sólo es deplorable, también muestra que Trump no está calificado para ser presidente de Estados Unidos. Muestra que no entiende nuestras leyes, muestra sin dudas que no entiende nuestra historia ni la historia de la humanidad”, dijo Turner.
El líder conservador Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU., declaró que el plan antimusulmán del aspirante republicano a la Casa Blanca “no representa” al partido ni al país.
“Normalmente no comento sobre lo que está pasando en la elección presidencial. Haré una excepción hoy”, sostuvo Ryan durante una conferencia de prensa en el Congreso.
La Policía de Londres criticó hoy al precandidato republicano a la Presidencia de EEUU Donald Trump por afirmar que hay zonas de Londres tan “radicalizadas” que los agentes temen por su vida al adentrarse en ellas.
“Normalmente no dignificaríamos ese tipo de comentarios con una respuesta, sin embargo, en esta ocasión, creemos que es importante asegurar a los londinenses que el señor Trump no podría estar más equivocado”, afirmó un portavoz de Scotland Yard.
“Cualquier candidato a la Presidencia de Estados Unidos de América será bienvenido para que la Policía metropolitana le explique la realidad de Londres”, añadió ese portavoz.
La casa Blanca se pronuncia
La Casa Blanca sostuvo hoy que la propuesta de Trump le “descalifica” para poder ejercer la Presidencia del país.
Lo que dijo ayer Trump “le descalifica para ser presidente”, afirmó en su rueda de prensa diaria el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, en referencia al plan antimusulmán del polémico magnate.
Earnest anotó, además, que los rivales de Trump en la contienda republicana por la Casa Blanca deberían pronunciarse abiertamente sobre si siguen estando dispuestos a apoyar al magnate si él termina siendo el nominado del partido para optar a la Presidencia.
Los líderes conservadores “deberían decir ya mismo que no apoyarían a Donald Trump para presidente. Lo que él dijo es descalificador y cualquier republicano que tenga demasiado miedo a la base republicana para admitirlo tampoco puede servir de presidente”, subrayó el portavoz.
En un tono más duro que en otras ocasiones para referirse a Trump, Earnest recordó que lo primero que hace un presidente de EE.UU. al asumir el cargo es jurar lealtad y respeto a la Constitución.
El plan de Trump incluye puntos que, según expertos legales, están en contra de la Constitución, específicamente contra las enmiendas que garantizan la libertad de culto y el debido proceso.
El portavoz del presidente Barack Obama declaró, además, que los comentarios de Trump sobre los musulmanes son “profundamente ofensivos y tóxicos”, y pueden tener consecuencias para la “seguridad nacional”, en línea con lo que indicó poco antes a la cadena MSNBC el secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., Jeh Johnson.
Según Earnest, la campaña de Trump es, desde hace meses, una “rutina de charlatán de carnaval”, con “mentiras descaradas” y “consignas vacuas”.
Continúa con propuesta
Mientras tanto, el precandidato presidencial Donald Trump se reafirmó este martes en su propuesta de prohibir la entrada al país de todos los musulmanes, a pesar de las duras críticas que ha recibido y de que su idea puede ser incluso anticonstitucional.
“He recibido el apoyo de miles de personas (…). Algo tiene que hacerse”, afirmó hoy Trump a la cadena ABC, horas después de que, de nuevo, el magnate neoyorquino revolviera el panorama electoral estadounidense a causa de sus ideas excéntricas.
El precandidato republicano aseguró que su plan de “una prohibición total y completa de ingreso de musulmanes” al país “no es nada distinto” a la política del presidente Franklin Roosevelt durante la Segunda Guerra Mundial de confinar a estadounidenses de ascendencia japonesa en campamentos cerrados.
“Este es un presidente que era muy respetado por todos”, afirmó el martes. “Si ven lo que estaba haciendo, era mucho peor”.
Trump se justificó el lunes último del plan afirmando que numerosos musulmanes apoyan la yihad violenta contra los estadounidenses y prefieren regirse por la sharia (ley islámica) en lugar de por la Constitución de Estados Unidos, citando un estudio encargado por un pequeño centro dirigido por Frank Gaffney, considerado un islamófobo por el Southern Poverty Law Center, una organización antirracista.
“El odio es incomprensible”, dijo Donald Trump, al hablar de la pareja de atacantes de San Bernardino (14 muertos) y de los autores de los atentados de París (130 muertos). “Esto no hace más que empeorar, y vamos a tener otro World Trade Center”, advirtió.
Donald Trump nunca ha ocultado su desconfianza hacia los musulmanes, al igual que otros candidatos republicanos. En septiembre, su rival Ben Carson había insinuado que la función presidencial era incompatible con el Islam.
Sin embargo, Trump decidió ir más allá y hace dos semanas ya había provocado otro escándalo al afirmar que musulmanes en Nueva York habían festejado en las calles los atentados del 11 de septiembre de 2001, algo que hasta ahora el candidato ha sido incapaz de probar.
Piden retirar honores
En Reino Unido, miles británicos han firmado una petición por internet para que una universidad escocesa retire un doctorado honorífico al precandidato republicano a la presidencia de EEUU Donald Trump por su “discurso del odio”.
La activista escocesa Suzane Kelly inició en noviembre una campaña en la página web “38 Degrees” que hoy acumulaba más de siete mil adhesiones para pedir a la Universidad Robert Gordon de Aberdeen (Escocia) que retire el doctorado en Administración de Empresas que le concedió a Trump en octubre de 2010.
“Creemos que los persistentes ataques verbales de Trump —de los que no se ha arrepentido— sobre varios grupos de personas basados en su nacionalidad, religión, raza y capacidades físicas son un grave perjuicio para la universidad”, señala la petición.
“El discurso del odio no debe tener lugar dentro de la academia, la política y la escena mundial. Confiamos en que la Universidad Robert Gordon estará de acuerdo con esta petición y actuará rápidamente”, apunta el texto.