Este resultado es ligeramente inferior al cosechado en los comicios del 2012, cuando el PRI logró 207 escaños. Sin embargo, permite a la formación oficialista superar al Partido Acción Nacional (conservador), que sumaría entre el 21.47% y el 22.20% de los sufragios.
De su lado, el Partido Verde, aliado del PRI, logró expandir su territorio al adjudicarse cerca del 7% de los votos y entre 41 y 48 curules; mientras que Nueva Alianza, otro socio oficialista, se llevaría entre 9 y 12 asientos.
El gran perdedor de la contienda es el izquierdista Partido de la Revolución Democrática, que cayó de 18,4% en el 2012 a entre 11.14% y 11.81% el domingo recién pasado.
Esta facción política fue destronada por un rival que emergió de sus propias filas: el dos veces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador se separó del PRD para formar el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que se llevaría entre 8,8% y 9,15% de los votos.
El PRD quedó desprestigiado a raíz de la desaparición y presumible masacre en septiembre pasado de los 43 estudiantes en Guerrero (sur) a manos de policías coludidos con narcotraficantes.
La fiscalía general concluyó que el crimen fue orquestado por el entonces alcalde de esa localidad, José Luis Abarca, quien pertenecía al PRD y fue encarcelado.
El trágico caso, que cimbró a México y la comunidad internacional, provocó también la caída de ngel Aguirre, entonces gobernador de Guerrero por el PRD.
-Participación de lectores-
Más de 83 millones de electores estaban convocados a las urnas para renovar la cámara Baja, aunque la autoridad electoral dijo que la participación fue de entre 47.25% y 48.51%.
Esta es la primera ocasión en que se permite contender a candidatos no afiliados a ningún partido político, gracias a una reforma electoral aprobada el año pasado.
Pero aunque la atención se ha centrado en el Bronco, en la contienda no hubo una importante participación de candidatos independientes, en parte por lo que varios críticos de la reforma señalaron como obstáculos que se quedaron en la reforma como, por ejemplo, el acceso a mucho menos financiamiento público comparado con el que reciben los partidos políticos.
Estas elecciones suelen atraer poca atención, pero en esta ocasión ha sido distinto por llamados a boicotear, diversos hechos de violencia previos y el descontento social hacia los políticos.
-Protestas en el sur-
Al suroeste de México hubo la quema de material electoral y protestas, aunque en el resto de país las votaciones transcurrieron con relativa normalidad.
El presidente Peña Nieto dijo en un mensaje en cadena nacional tras el cierre de las urnas que pese a intentos de “desanimar a la población”, varios millones salieron a votar en lo que calificó de un llamado para “rechazar la violencia y la intolerancia” en el país.
El gobierno federal realizó un gran despliegue del ejército, la marina y la policía federal sobre todo en los estados de Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán, y realizó patrullajes tanto aéreos como terrestres en las zonas más conflictivas.