Con ello, Steinmeier responde a la petición del canciller, Olaf Scholz, tras haber perdido una moción de confianza.
“He decidido disolver el Bundestag”, dijo el jefe de Estado alemán en una breve intervención en el Palacio de Bellevue, su residencia oficial, en la que destacó la importancia de la “estabilidad política“, un “valioso bien” que debe ser protegido en un contexto excepcional como el actual, en el que Alemania celebrará elecciones anticipadas.
Durante la gestión del canciller socialdemócrata Gerhard Schröder, en 2005, fue la última vez que se efectuaron elecciones anticipadas.
“Estoy convencido de que para el bienestar de nuestro país, unas nuevas elecciones ahora son el camino correcto“, dijo Steinmeier.
El mandatario alemán sostuvo que se necesita estabilidad, un Gobierno y una mayoría en el Parlamento. Por esa razón, se reunión con los grupos parlamentarios del Bundestag.
En esas citas, el jefe de Estado, según explicó, no vio emerger una mayoría diferente a la que ha llevado las riendas de Alemania hasta la ruptura en noviembre del tripartito compuesto por socialdemócratas, ecologistas y liberales que ha dirigido Scholz.
“El próximo Gobierno tiene grandes tareas” que asumir, apuntó el presidente, al aludir a las soluciones que los partidos han presentado en sus respectivos programas de cara a las confirmadas elecciones generales anticipadas de febrero.
En 2023 y 2024 Alemania ha sufrido una contracción económica, además las guerras en Ucrania y Medio Oriente y sus consecuencias para los alemanes son temas que según Steinmeier supone las tareas que tendrá que lidiar el próximo Ejecutivo, así como el desafió de la migración, integración, cambio climático y sus efectos.
El presidente alemán agregó que esperar junto a los ciudadanos soluciones de los partidos, que ya están en campaña electoral, una carrera a la que pertenecen las “verdades dolorosas” y la selección entre “prioridades”.
“La política siempre es la negociación entre lo que es posible y, a la vez, lo que no puede ser”, destacó Steinmeier en una intervención en la que señaló que espera respeto y decencia de la campaña electoral, además de medios transparentes para la batalla programática en un contexto donde se teme por la injerencia en las elecciones de la que es la tercera economía del mundo y la primera de Europa.
El gobernante negó que el odio y la violencia tengan sitio en la campaña electoral, puesto que constituyen veneno para la democracia.
“Ahora les toca a vosotros ciudadanos”, afirmó Steinmeier, que concluyó su intervención invitando a votar a los alemanes.
“Su opinión cuenta. Vayan a votar siendo conscientes de que su voto puede ser decisivo”, aseveró.