Eso no significa que vayan a hacer fila para comprarla.
TikTok señaló el miércoles que el gobierno de Biden estaba presionando a los propietarios chinos de la empresa para que vendieran la aplicación o se enfrentaran a una posible prohibición. Sin embargo, según analistas y expertos, quizá haya pocas empresas, en el sector tecnológico u otros, dispuestas o capaces de comprarla.
A un precio de 50.000 millones de dólares o más —el valor que, según algunos analistas, podría alcanzar TikTok—, la plataforma de redes sociales sería demasiado cara para muchas empresas, incluyendo competidores como Snap. Es probable que los gigantes tecnológicos que podrían permitirse el gasto, como Meta, propietaria de Facebook, Google o Microsoft, rehúyan por miedo a verse atrapados en años de escrutinio antimonopolio en Estados Unidos. Además, está la carga que supone ser propietario de una empresa de redes sociales y gestionar la interminable avalancha de contenidos tóxicos.
Además, aún no está claro cómo TikTok se desvincularía por completo de ByteDance, su empresa matriz en China, o si el gobierno chino aprobaría cualquier acuerdo.
TikTok “tiene mucho bagaje, y ese bagaje implica que será muy difícil que esta transacción se haga realidad”, comentó Brian Wieser, un consultor independiente que se dedica a las industrias de medios de comunicación y publicidad.
Puede haber otras opciones, como que una empresa de inversión en fases consolidadas haga una oferta con un socio o que ByteDance escinda TikTok y la convierta en una empresa pública independiente. Pero si hay un número limitado de posibles pretendientes, se podrían complicar los esfuerzos de la Casa Blanca y se podría seguir alargando la que ya ha sido una batalla de años entre Washington y la empresa.
TikTok ha estado en la mira de los gobiernos de Trump y Biden, que han afirmado que la aplicación supone una amenaza para la seguridad nacional. A los legisladores les preocupa cada vez más que TikTok pueda poner en manos del gobierno chino datos sensibles de los usuarios, como la información de localización. Se han referido a leyes que permiten a Pekín solicitar en secreto datos a empresas y ciudadanos chinos para operaciones de inteligencia.
Más de dos decenas de estados han prohibido la aplicación en dispositivos de propiedad estatal, y varias leyes federales también pretenden prohibir TikTok.
John F. Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, rechazó comentar el jueves si el gobierno estaba presionando a ByteDance para que vendiera TikTok. No obstante, dijo que “tenemos preocupaciones legítimas de seguridad nacional aquí, y fuera de todo eso, seguimos apoyando la legislación bipartidista que está diseñada para abordar esas preocupaciones de seguridad planteadas por ciertas aplicaciones de consumo de propiedad extranjera”.
TikTok afirmó esta semana que estaba sopesando sus opciones y que una propuesta de seguridad que ofreció al gobierno en agosto proporcionaba la mejor protección para los usuarios estadounidenses. Si se adoptara la propuesta, la empresa gastaría más de 1500 millones de dólares para acordonar el acceso a los datos sensibles de los usuarios estadounidenses y ofrecer supervisión y transparencia en torno a sus recomendaciones de contenidos.
El director ejecutivo de la empresa, Shou Zi Chew, singapurense, tiene previsto declarar ante la Comisión de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes el próximo jueves. Se espera que los legisladores lo interroguen sobre los vínculos de la aplicación con China y los contenidos que ofrece a los jóvenes.
Maureen Shanahan, portavoz de TikTok, expresó mediante un comunicado: “Si proteger la seguridad nacional es el objetivo, la desinversión no resuelve el problema: un cambio en la propiedad no impondría nuevas restricciones a los flujos de datos ni al acceso”.
Una gran cantidad de empresas tecnológicas declinaron hacer comentarios o no respondieron a las peticiones para hacer comentarios el jueves sobre su interés en comprar TikTok, entre ellas Apple, Amazon, Google, Meta, Microsoft y Twitter.
El llamado del gobierno de Biden a favor de la venta es similar a la iniciativa de la administración del presidente Donald Trump hace tres años. En aquel momento, Trump amenazó con prohibir TikTok en las tiendas de aplicaciones de Apple y Google a menos que la aplicación se vendiera a una empresa estadounidense. Un grupo de agencias federales que revisan las inquietudes de seguridad nacional relacionadas con empresas extranjeras, conocido como el Comité de Inversión Extranjera en Estados Unidos, o CFIUS por su sigla en inglés, había recomendado tal medida.
Entre los posibles compradores de la aplicación figuraban Microsoft y la empresa de computación en la nube Oracle. Pero el gobierno chino emitió restricciones a la exportación en agosto de 2020 que potencialmente permitieron a Pekín bloquear una venta. Aunque Oracle y Walmart al final parecieron llegar a un acuerdo para comprar participaciones en la aplicación, lo cual resolvía las preocupaciones de Trump, el acuerdo nunca se cerró.
Varios tribunales federales luego dictaminaron que Trump no tenía autoridad para prohibir la aplicación, lo que limitó la influencia del gobierno en el caso. (Desde entonces, Oracle ha estado trabajando con TikTok para ayudarle a almacenar los datos de los usuarios estadounidenses en servidores nacionales y ha sido un socio clave en su plan para calmar las preocupaciones de seguridad nacional).
Cuando el presidente Joe Biden asumió el cargo, el gobierno se centró en un principio en la negociación de un acuerdo a través del CFIUS con TikTok que resolvería las preocupaciones sin una venta forzada. La empresa asumió que sus conversaciones se resolverían pronto después de presentar una propuesta de 90 páginas al gobierno en agosto, pero sus esfuerzos se han visto obstaculizados por varias revelaciones en torno a cómo ByteDance y TikTok han dado un mal uso a los datos de los usuarios estadounidenses.
Y ahora, cualquier posible venta parece aún más complicada que antes.
“Es mucho más tenso en todos los niveles desde el punto de vista económico”, aseguró Glenn S. Gerstell, asesor principal del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales y ex consejero general de la Agencia de Seguridad Nacional. “TikTok lleva ahora dos años obteniendo nuevos usuarios, está mucho más afianzada en cuanto a su posición en las redes sociales estadounidenses, y es evidente que las tensiones con China han aumentado mucho”.