Las nacionalidades de los cuatro sospechosos detenidos no fueron reveladas.
De acuerdo con el comunicado, continuaban las investigaciones sobre el incidente. El texto no aclara sin embargo si se encontró algún explosivo en el vehículo.
Turquía fue el blanco de una serie de ataques en 2016, que dejaron cientos de muertos en el año más sangriento de ataques terroristas de su historia.
Los atentados fueron atribuidos al EI y al ilegalizado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que combate al Estado turco en una insurgencia que lleva más de tres décadas.
Granizo en Estambul
En uno de los ataques más sangrientos, un yihadista armado abrió fuego en un club nocturno de Estambul justo 75 minutos antes del día de Año Nuevo de 2017, matando a 39 personas, principalmente extranjeros.
Desde entonces, ha habido una relativa calma de ataques similares, pero las tensiones van en aumento y la policía turca realiza bombardeos casi diarios contra supuestas células del EI en todo el país.
Un policía turco de 24 años fue apuñalado hasta la muerte en Estambul el fin de semana pasado por un supuesto miembro del EI, que fue detenido ante sospechas de que planeaba un ataque suicida.