Según una nota de prensa de la Policía Nacional, Mora “es investigado por realizar actos que menoscaban la independencia, la soberanía, y la autodeterminación, incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos, pedir intervenciones militares, organizarse con financiamiento de potencias extranjeras para ejecutar actos de terrorismo y desestabilización”.
También es investigado por supuestamente “proponer y gestionar bloqueos económicos, comerciales y de operaciones financieras en contra del país y sus instituciones, demandar, exaltar y aplaudir la imposición de sanciones contra el Estado de Nicaragua y sus ciudadanos, y lesionar los intereses supremos de la nación”.
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El canal 100 % Noticias, del que Mora es propietario, informó que la “Policía quebró ventanas para ingresar a casa de Miguel Mora, a quien se lo llevaron enchachado (esposado), lo montaron a patrulla y allanaron la casa”.
Mora, periodista de profesión, es el quinto aspirante a la Presidencia por la oposición arrestado por la Policía de Nicaragua, tras la captura de la también periodista Cristiana Chamorro, los académicos Félix Maradiaga y Arturo Cruz, así como el economista Juan Sebastián Chamorro.
Los precandidatos presidenciales han sido detenidos en medio de una ola de arrestos contra líderes opositores que incluye a dos exvicecancilleres, dos históricos exguerrilleros sandinistas disidentes, un exdirigente empresarial, un banquero, cuatro activistas y dos extrabajadores de una ONG.
Esta es la segunda vez que el Gobierno de Ortega arresta a Mora desde el estallido antigubernamental de abril de 2018.
En diciembre de ese año las autoridades de Nicaragua confiscaron el canal televisivo de Mora, a quien arrestaron junto con su jefa de información, Lucía Pineda. Ambos periodistas fueron excarcelados en julio de 2019.
La ola de arrestos de líderes opositores ha continuado en todo el mes de junio pese a las críticas por parte de la comunidad internacional.
En las elecciones del 7 de noviembre próximo, Ortega se jugará 42 años de primacía casi absoluta sobre la política nicaragüense. De ganar su tercera reelección consecutiva, el sandinista garantizaría su cuarto mandato de cinco años y segundo con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta.
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