Mientras tanto, la defensa pidió una condena de 11 años y tres meses por fraude.
Un tribunal de Tegucigalpa declaró culpable de delitos de corrupción a Bonilla, esposa del expresidente Porfirio Lobo (2010-2014), quien le acompañó durante el prolongado juicio.
Bonilla, quien fue detenida y remitida a prisión el 28 de junio de 2018, fue condenada por unanimidad de votos por tres delitos de apropiación indebida a título de autora y ocho delitos de fraude en calidad de inductores, por lo que puede enfrentar hasta 87 años de prisión, según la resolución del Tribunal de Sentencia en materia de Corrupción.
Su exsecretario privado, Saúl Escobar, también fue declarado culpable por ocho delitos de fraude en concurso real a título de autor directo en perjuicio de la administración pública. El tribunal le dictó a Escobar las penas accesorias de inhabilitación absoluta e interdicción civil por el doble de lo que dure la condena.
A la vez, la exprimera dama fue absuelta del cargo de lavado de activos, en tanto su exsecretario de los delitos de lavado de activos y asociación para lavar activos.
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El mismo tribunal absolvió a Mauricio Mora, cuñado de Bonilla, de ocho delitos de fraude y lavado de activos por “insuficiencia probatoria”.
Bonilla y Mora fueron arrestados luego de una investigación del Ministerio Público y la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH), que depende de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Según la denuncia del Ministerio Público, los acusados se habrían apoderado de recursos públicos y creado una red de blanqueo de capitales para ocultar dinero proveniente del Estado, destinado a obras sociales.
Las autoridades de Honduras embargaron en marzo de este año bienes de la ex primera dama hondureña, su cuñado y su exsecretario. En marzo de 2018, la Oficina Administradora de Bienes Incautados de Honduras recibió US$385 mil, más de 3 millones de lempiras (US$122 mil) y 140 euros hallados en una caja fuerte de la ex primera dama.
Alega persecución
Lobo asegura que tocará la puerta de todas las instancias nacionales e internacionales en defensa de su esposa Rosa Elena.
El exgobernante señaló que su próxima acción será presentar un recurso ante la Corte Suprema de Justicia y que, de no obtener una respuesta favorable para su esposa, acudirá a la Corte Centroamericana de Justicia y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH).
Lobo también dejó entrever que el fallo contra su esposa es algo en lo que estaban de acuerdo Luis Almagro, secretario general de la OEA, y el presidente hondureño Juan Orlando Hernández, a quien en varias ocasiones le ha pedido que se vaya del poder.
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El presunto acuerdo, según Lobo, sería condicionado a la continuidad de la Maccih.
Algunos sectores implicados en casos de corrupción que están siendo investigados y en otros que han sido denunciados por la Maccih y el MP de Honduras, abogan porque la Misión se vaya del país, al que llegó para un período de cuatro años que vence en 2020.
“No vamos a descansar hasta que mi Rosa esté libre, porque no tiene que estar ahí” (en prisión), enfatizó Lobo, quien además tiene a un hijo preso en Estados Unidos por narcotráfico, desde hace cinco años, y él mismo ha sido implicado en otros presuntos actos de corrupción.
Su esposa, quien se vio sonriente en el tribunal de sentencia, pareció no inmutarse al conocer este martes el fallo, del que Lobo recalcó que representa un “golpe para ella, sobretodo para sus hijos”.
