La Conida agregó este lunes que una quinta esfera similar fue ubicada recientemente en Puno y será trasladada próximamente a Lima.
Guevara detalló que, cuando recibieron la información sobre los objetos, activaron el protocolo para estos casos y solicitaron al gobierno regional de Puno que pida a la Policía que cerque la zona.
Después de haber llegado junto a un grupo de expertos un día y medio después, se aseguraron de que los objetos no tuvieran algún escape de gas, que generalmente se usa como combustible o para su presurización.
“Entre los gases que se usan normalmente está la hidracina, que es muy tóxico, que produce la muerte instantánea solamente al aspirarlo, al tocarlo; cuando hicimos el análisis a cada una de ellas vimos que estaban selladas”, sostuvo.
El astrofísico dijo que luego de determinar las coordenadas del lugar del impacto, recogieron las esferas con ayuda de la Policía y las trasladaron hasta Lima, donde permanecen en custodia.
Los expertos de la Conida están haciendo un informe que enviarán a la cancillería peruana para que, a su vez, lo remita a la Oficina de las Naciones Unidas para los Asuntos del Espacio Ultraterrestre.
“Eso es parte de un protocolo a seguir para los objetos que caen del espacio; en el caso de partes de naves que son de otros países, esto se tiene que informar y los países dirán, esto es de nosotros, y lo recogen”, comentó.
Aunque hasta el momento ningún país ha indicado que las esferas le pertenezcan, Guevara reveló que en una de ellas se encontraron “caracteres cirílicos”, lo que hace suponer a los expertos peruanos que puedan ser de origen ruso o ucraniano.
“Actualmente le hemos pedido apoyo, a través de la cancillería, a la embajada rusa para poder investigar la procedencia de estos artefactos”, concluyó.
Las esferas permanecen actualmente en custodia en el Centro Nacional de Operaciones de Imágenes Satelitales (CNOIS), en el balneario de Pucusana, a unos 55 kilómetros al sur de Lima, desde donde se opera el satélite peruano PerúSAT-1.
Durante la presentación de este lunes, el coronel Édgar Guevara, director técnico del CNOIS, destacó el trabajo que hace el primer satélite de observación terrestre que tiene Perú, que fue comprado a Francia en 2014, durante el gobierno de Ollanta Humala (2011-2016).
“El Estado peruano cuenta con una gran cantidad de imágenes satelitales disponibles para poder hacer estudios de su territorio, con un archivo de más de 300 millones de imágenes, gracias al satélite, que también permite hacer múltiples trabajos para los gobiernos regionales”, indicó.
Guevara destacó que el satélite permitió obtener información sobre el impacto del fenómeno climático de El Niño Costero, que el año pasado causó grandes daños en la costa norte y central del país.
La Conida agregó que una de sus metas es “masificar el consumo interno de imágenes satelitales e iniciar la comercialización en el mundo, además del intercambio de servicios con otros países”.
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