Según fuentes conocedoras del asunto, citadas por la CNN, uno de los dos pastores alemanes, Major, mordió a un miembro de la seguridad de la Casa Blanca la semana pasada.
Se desconoce el estado de la víctima, pero el episodio fue lo suficientemente grave como para trasladar a Major y al otro perro, Champ, a Wilmington (Delaware).
Major, de 3 años, es el más joven de los dos pastores alemanes y a veces se le ha visto con un comportamiento agitado, ladrando, saltando y “embistiendo” al personal y los miembros de seguridad de la mansión presidencial, dijeron las fuentes a la CNN.
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Champ, que tiene 13 años, es más lento debido a su edad.
Ante las preguntas del caso que periodistas hicieron este martes, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, señaló a la cadena de televisión MSNBC que no disponía de datos específicos al respecto, aunque subrayó que “Major y Champ son parte de la familia Biden”.
“Van a menudo a Delaware cuando la primera dama viaja y se están adaptando a su nueva casa”, apuntó.
“No tengo más informaciones -agregó Psaki-. Solo sé que son miembros amados de la familia (Biden) y por supuesto de la familia de la Casa Blanca”.
Champ fue adquirido por el presidente y la primera dama después de la elección presidencial de 2008 en la que el exsenador de Delaware se convirtió en vicepresidente del Gobierno de Barack Obama (2009-2017), y Major fue adoptado en 2018.
Antes de la investidura de Biden como presidente, el pasado 20 de enero, la pareja anunció que se mudaría a la Casa Blanca junto a sus perros y que traerían un gato.
Major es el primer perro salido de una perrera que ha vivido en la Casa Blanca, y tanto a él como a Champ, que Biden adquirió de un criador de estos animales, se les ha visto a menudo jugando en el césped de la mansión en las últimas semanas.
También han aparecido en el Despacho Oval, junto a su dueño.