Pero Guzmán está protegido, aunque ciertamente cabizbajo, aseguró elmiércoles el titular del órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social, Eduardo Guerrero.
Al “K9” (perro entrenado) “se le da alimento del que se le va a dar (a Guzmán) buscando cerciorarnos de que no vaya ser envenenado”, dijo a Radio Fórmula Guerrero.
“Es nuestra responsabilidad salvaguardar la integridad” del capo, prosiguió Guerrero.
Guzmán estaba considerado como el narcotraficante más buscado del mundo hasta que fue recapturado el 8 de enero pasado.
Al día siguiente fue trasladado a la cárcel de máxima seguridad El Altiplano, del Estado de México, de la misma que escapó el 11 de julio por un túnel cavado en su celda.
Sobre su estado de ánimo, el funcionario comentó a Radio Imagen, que en el momento de su reingreso a la cárcel, Guzmán estaba “deprimido, cansado, fue lo que manifestó en su primera entrevista; muy cansado de estar huyendo”.
Las autoridades carcelarias le dieron una copia de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha.
“Creemos que es un gran libro (…) tenemos que empezar a darle ese tipo de lecturas”, expuso Guerrero cuando la entrevistadora le preguntó jocosa por qué esa novela.
El Chapo se fugó por un túnel de 1.5 km cavado en el piso de su regadera que atravesó en una motocicleta adaptada para rieles.
Añadiendo otro capítulo de tintes cinematográficos a la historia de su vida, fue recapturado el 8 de enero en una carretera de Los Mochis, Sinaloa, después de que intentó huir corriendo a obscuras por el sistema de drenaje pluvial esa ciudad.