Un empleado activó la alarma de incendios y en cierto momento el hombre evacuó el local, como las otras personas.
Estando afuera, un exbombero lo encañonó con su propia arma minutos antes de que llegara la policía y lo detuviera.
Por extraño que parezca, en ese estado es legal la portación de armas y en ese supermercado está permitido.
Un portavoz policial, Mike Lucas, dijo que si el objetivo de Andreychenko era crear caos, lo logró.
Y, dadas las condiciones actuales en Estados Unidos, la vida del propio Andreychenko estuvo en riesgo. “Tiene suerte de estar todavía vivo, para ser honesto”, añadió el policía.
El propio Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos ha tenido que salir a dar recomendaciones ante futuros incidentes donde, como en el caso de supermercados, bares o cualquier lugar que reúna gente, la vida de las personas corra peligro.
En primera instancia sugiere correr, alejarse, ponerse a salvo y llamar al número de emergencias. Si las circunstancias no lo permiten, las personas deberán resguardarse detrás de algún objeto que contenga disparos y guardar silencio. En el peor de los casos y ante la cercanía del atacante, hay que defender la vida arrojando cualquier objeto que lo pueda doblegar.
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