No deje de leer
Criticó que se piense que ser joven es “un sinónimo de sala de espera de quien aguarda el turno de su hora” y mientras tanto se les inventa “un futuro higiénicamente bien empaquetado y sin consecuencias, bien armado y garantizado con todo bien asegurado”.
El pontífice argentino clamó contra el intento de nuestras sociedades de “tranquilizar y adormecer a los jóvenes para que no hagan ruido, para que no se pregunten ni pregunten, para que no se cuestionen ni cuestionen”.
Esto provoca, agregó, que mientras tanto los sueños de los jóvenes “pierdan el vuelo, comienzan a dormirse y se vuelven “ensoñamientos” rastreros, pequeños y tristes tan solo porque consideramos o consideran que todavía no es su ahora.
Lamentó que a veces consideramos que son “demasiado jóvenes para involucrarse en soñar y trabajar el mañana”.
Y, sin embargo, alentó el papa: “Ustedes, queridos jóvenes, no son el futuro sino el ahora de Dios”.
Y lo peor, dijo Francisco, es que a “algunos les gusta” y pidió ayuda para que los jóvenes “se rebelen” a ello.
Lea también: El Papa reconoce que la Iglesia está “herida por su pecado”
Recordó que en el último Sínodo celebrado en octubre en Vaticano sobre los jóvenes se concluyó que todos “tenemos que esforzarnos en propiciar canales y espacios en los que involucrarse en soñar y trabajar el mañana ya desde hoy. Pero no aisladamente, sino juntos, creando un espacio en común”.
“Un espacio que no se regala ni ganamos en la lotería, sino un espacio por el que también ustedes deben pelear”, señaló.
“La vida es hoy, tienen que pelear hoy, tu jugarte es hoy, tu espacio es hoy”, improvisó Francisco.
Les dijo que Dios les llama “en sus comunidades y ciudades a ir en búsqueda de sus abuelos, de sus mayores; a ponerse de pie y junto a ellos tomar la palabra y poner en acto el sueño con el que el Señor los soñó”.
Los exhortó también “enamorarse” de todo porque será lo que “los haga levantarse por la mañana y los impulse en las horas de cansancio, lo que les rompa el corazón y lo que les haga llenarse de asombro, alegría y gratitud”.
El amor, dijo Francisco, hace nacer “la esperanza y la caridad, la solidaridad y la fraternidad frente a tanta mirada paralizada y paralizante por los miedos y la exclusión, la especulación y la manipulación”.
“Hermanos, el Señor y su misión no son un ‘mientras tanto’ en nuestra vida, algo pasajero, ¡son nuestra vida!”, les animó Francisco concluyendo la JMJ de Panamá a la que se inscribieron cerca de 200 mil jóvenes, 95 mil de ellos llegados de cerca 150 países.
Para la misa de este domingo además del presidente panameño, Juan Carlos Varela, también asistieron el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, su esposa y primera dama, Claudia Dobles; los mandatarios de Colombia, Iván Duque; Guatemala, Jimmy Morales; el Salvador, Salvador Sánchez; de Honduras, Juan Orlando Hernández y de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa.
Próximo encuentro
La próxima Jornada Mundial de la Juventud se celebrará en Portugal, según se anunció en la misa de clausura del megaevento de este año, en la que se contaba entre los presentes al presidente de dicho país, Marcelo Rebelo de Sousa.
Este anuncio no toma de sorpresa ya que algunos obispos portugueses habían revelado que sería en Lisboa en 2022, aunque este domingo no se dio ni la fecha ni la ciudad, aunque normalmente la JMJ se celebra cada 3 años.
Contenido relacionado
> Por estas razones, el papa Francisco invita a los “millennials” a vivir más allá de las redes
> Sale libre el joven preso que habló ante papa Francisco
> Estos son los tres momentos importantes del primer día de Francisco en Panamá