- El encuentro fue el primero desde hace casi mil años entre los jerarcas de ambas iglesias cristianas separadas por el cisma del año 1,054.
“Finalmente nos encontramos. Somos hermanos”, dijo Francisco al encontrarse con patriarca ruso. “Está claro que este encuentro es la voluntad de Dios”, añadió.
- El sábado, en otro momento histórico ya en México, Francisco se convirtió en el primer Papa en ingresar al Palacio Nacional, sede del gobierno, y ser recibido por un jefe de estado.
“Vengo como misionero de paz y misericordia”, fueron las primeras palabras pronunciadas por Francisco en esa oportunidad, quien también denunció que los privilegios llevan a la corrupción y el narcotráfico.
“Peléense”
- Una de las frases que pronunció el Papa también figura dentro de los momentos memorables.
El Pontífice, acostumbrado a salirse del protocolo, expresó a los obispos de México unas palabras que le nacieron “del corazón”, debido a presumibles pugnas dentro del clero mexicano que han llegado a oídos del Vaticano.
“Si tienen que pelearse, ¡peléense!, si tiene que decirse cosas, ¡díganselas, pero como hombres en la cara!, como hombres de Dios que van a hablar juntos y discernir juntos, y si se pasaron de la raya a pedirse perdón”, dijo el Papa a los obispos.
- Otro de los momentos cúspide de su gira fue la anhelada visita que hizo a la Virgen de Guadalupe, Patrona de México y América, el Pontífice rezó por más de 20 minutos a solas frente al Virgen Morena, tiempo durante el cual los asistentes a la basílica guardaron silencio sepulcral.
- También frente a la Virgen de Guadalupe tuvo lugar otro de los instantes que, aunque posiblemente no sean memorables, sí llamaron poderosamente la atención del mundo católico ya que abrieron dudas respecto a la salud del papa Francisco.
Y es que el Pontífice perdió el equilibrio cuando estaba frente a la imagen de la Virgen y buscaba sentarse, afortunadamente cayó sobre la silla y el incidente no pasó a más.
El pequeño accidente motivó a que el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, admitiera en una conferencia de prensa que el Papa tiene problemas de cadera para lo cual recibe fisioterapia todos los días.
- El canto que una niña recuperada de cáncer ofreció al Papa también se encuentra dentro de los momentos más emotivos de la visita papal.
Ocurrió el sábado 13 de febrero cuando visitó el hospital de niños Federico Gómez en la capital mexicana. El Pontífice dedicó el tiempo suficiente para escuchar la melodiosa voz de la niña, después de haber compartido y abrazado a otros infantes enfermos.
No pocos derramaron más de alguna lágrima con la interpretación.
- La visita que el sucesor de Pedro hizo a Chiapas también estuvo cargada de emotividad, en San Cristóbal de las Casas, apenas a 170 kilómetros de Guatemala, el Papa ofició una misa con indígenas a quienes pidió perdón por tantos años de exclusión y discriminación.
“Muchas veces, de modo sistemático y estructural, sus pueblos (indígenas) han sido incomprendidos y excluidos de la sociedad. Algunos han considerado inferiores sus valores, su cultura y sus tradiciones (…) ¡Qué tristeza! Qué bien nos haría a todos hacer un examen de conciencia y aprender a decir: ¡Perdón!”, manifestó el martes 16 de febrero el Pontífice.
Especial fue también el momento cuando el Papa citó un texto del Popol Vuh —libro sagrado maya— para hacer énfasis al anhelo indígena de libertad.
Además, Francisco destacó la manera como los pueblos originarios protegen el medio ambiente. Muchos indígenas dijeron sentirse reconfortados por el mensaje papal.
- ¿Cuándo vimos a un Pontífice enojado? Dentro de las escenas memorables que dejó la visita papal, sin lugar a dudas, está el momento en que el Papa reprende a un joven que lo jaló de su vestimenta y casi lo tumba sobre un niño que estaba en silla de Ruedas.
“¡Niño, eso no se hace, No seas egoísta!”, recriminó el Pontífice al joven, uno de los más de 40 mil que asistieron al estadio de Morelos en Morelia, Michoacán a escuchar su mensaje.
El Vaticano consideró después que la actitud del papa fue “humana”, con lo cual dieron por cerrado ese capítulo. El Michoacán, el Papa hizo un llamado a los jóvenes de a rechazar el narcotráfico como una manera de vida.
- Un abrazo a los convictos de la prisión de Ciudad Juárez, también se cuenta como uno de los instantes emblemáticos de la visita papal.
Francisco dedicó parte de su viaje para saludar a internos de un penal de rehabilitación en la otrora ciudad más peligrosa del mundo, durante su discurso, el Pontífice abogó por la reinserción de los internos a quienes dijo, tiene la capacidad de “ser profetas” después de haber experimentado el sufrimiento.
El momento más emotivo ocurrió cuando el Papa se acercó a los reclusos que amenizaban su estancia con música, entonces se acercó y oró por ellos. Uno de los internos lloró de rodillas ante el Papa mientras el resto de la banda musical se aproximaba para saludarlo.
- En su último día de actividades en México, el papa Francisco fue protagonista de otro momento memorable cuando a las orillas del Río Bravo que divide México y Estados Unidos hizo una ofrenda floral y rezó por los migrantes que han muerto en su búsqueda de una vida mejor.
Impresionaron las imágenes cuando el Pontífice oraba frente a la enorme cruz erigida en memoria de los migrantes fallecidos mientras ondeaba al fondo la bandera estadounidense y cientos de personas se apostaron en la malla —del lado de EE. UU.— para, aunque sea desde lejos, ver al Pontífice y recibir su bendición.
En Ciudad Juárez, el vicario de Cristo denunció la “tragedia humana” de los migrantes y criticó la falta de oportunidades a los jóvenes causa por la cual terminan adhiriéndose al narcotráfico.
Los seis días que el Papa estuvo en México fueron una auténtica fiesta para un país con una tasa de católicos superior al 80 por ciento, en cada localidad que visitó y sin importar la hora los feligreses colmaron las calles para ver por unos segundos a su Santidad.
“¡Papa Francisco queremos su bendición!”, “¡Francisco hermano ya eres mexicano!”, y “¡Tenemos un Papa que vela por los pobres!”, fueron algunas de las frases que quedaron para la posteridad.