En su cuarta jornada de visita a México, Francisco visitó Morelia, capital de Michoacán (occidente), el corazón de un estado marcado por la violencia y penetración del narcotráfico y pidió a sacerdotes, monjas y seminaristas evitar quedar paralizados por la resignación y seguir con sus labores.
La “resignación no solo nos atemoriza sino que nos atrinchera en nuestras sacristías y aparentes seguridades”, sostuvo el Papa en este estado con una fuerte tradición religiosa.
Los religiosos cantaron, bailaron y saltaron en un ambiente de fiesta mientras esperaban la llegada de Jorge Mario Bergoglio, el primer Papa latinoamericano de la historia.
Las campanas de la catedral colonial de Morelia tocaron para saludar la llegada del Papa, mientras fieles que no pudieron ingresar a la misa en el estadio Venustiano Carranza, buscaban pantallas de televisión en cafés y restaurantes para acompañar la misa.
Michoacán es uno de los estados más peligrosos para los curas mexicanos, que no han escapado de la violencia de los cárteles de la droga.
Unos 40 sacerdotes, seminaristas y laicos religiosos han sido asesinados en la última década en México.
Al iniciar su recorrido por México, Francisco pidió a las autoridades brindar “seguridad efectiva” a sus ciudadanos, y por segunda ocasión en su gira llamó a líderes religiosos a tener coraje frente al narcotráfico.
Aunque Morelia queda lejos de la denominada Tierra Caliente, en 2008 fue víctima de la violencia del crimen organizado con un atentado sin parangón: dos granadas estallaron en la abarrotada plaza principal en los festejos de la Independencia dejando ocho muertos.
Durante la misa, el obispo de Roma pidió ver como ejemplo a Vasco de Quiroga, un obispo español que llegó a la Nueva España en el siglo XVI y fundó el primer seminario y hospital a donde podían acudir los indígenas.
Francisco dijo que en lugar de resignarse a ver a los indígenas vendidos y humillados por colonizadores, Vasco de Quiroga enfrentó las injusticias que vivían los indígenas. “Los indígenas lo llamaron “Tata Vasco” que significa “Papá Vasco —en lengua prépecha”, dijo el Pontífice.
“Justicia divina”
“Tengo fe de que después de la visita del Papa las cosas van a cambiar, que nos vamos a dar cuenta de que la violencia no es el camino”, dice José Rodríguez, un trabajador migrante que viajó para ver al Pontífice desde Los Angeles, California (EEUU), y que asegura que después del granadazo él mismo dejó de venir a Morelia por miedo.
En septiembre de 2006, Michoacán fue noticia cuando cinco cabezas humanas aparecieron rodando en un bar de Uruapan, en la subregión de Tierra Caliente, con un mensaje: “Esto es justicia divina”.
Lo firmaba el cártel de La Familia Michoacana, uno de los varios que han irrumpido en este estado clave para el narcotráfico y cuyo líder, Nazario Moreno “El Chayo” , aseguraba estar protegiendo a los michoacanos del sanguinario cártel Los Zetas.
La Familia creó una “biblia” mezcla de “denuncia social, autoayuda y pinceladas cristianas” donde se establecía que sus miembros, por ejemplo, no podían tomar alcohol ni drogas, recuerda Jaime Rivera, catedrático de la Universidad Michoacana.
A finales de 2010, el cártel se reinventó en Los Caballeros Templarios, siguiendo su misticismo y usando como símbolo la cruz roja de las Cruzadas católicas de la época medieval.
Los Templarios construyeron altares y figuritas dedicadas a El Chayo, “San Nazario” (abatido en 2014), a quien veneraban con oraciones. “Defensor de los enfermos, San Nazario santo nuestro, siempre en ti yo me encomiendo”, decía uno de los rezos.
Violencia y respuesta
Más allá de su discurso pseudoreligioso, el cártel extorsionaba, violaba, secuestraba y mataba a tantos vecinos de la productiva zona de Tierra Caliente, que centenares de campesinos se alzaron en armas en su contra a inicios de 2013.
Estos grupos de autodefensas fueron desarmados por el gobierno y parte de ellos reconvertidos en fuerzas rurales, que ahora deberán depurarse e integrarse al mando único policial.
“Ojalá el gobierno haga bien su trabajo, que no tengamos que tomar las armas otra vez. Pero es difícil, hay autodefensas llenas de infiltrados de lo que queda de Los Caballeros y no entendemos por qué el gobierno no los desarma”, comenta Hipólito Mora, exlíder de una autodefensa rural.
Los curas también sufrieron el conflicto entre las autodefensas y Los Templarios en la capital de Tierra Caliente, Apatzingán.
El obispo de la ciudad, Miguel Patiño, tuvo que ser resguardado por las autoridades ante un supuesto ataque inminente del crimen organizado y el vicario y defensor de las milicias, el padre Gregorio López “Goyo”, daba misa con chaleco antibalas.
Después de oficiar la misa a religiosos y religiosas, el Papa se trasladará a la sede del Arzobispado de Morelia para tomar sus alimentos y luego sostener un encuentro con niños en la Catedral Metropolitana a las 15.15 hora local (21.15 GMT) .
Allí, 660 niños y niñas verán al papa Francisco y le entregarán cartas así como dibujos hechos por ellos mismos donde le expresan su agradecimiento y le piden bendiciones para Michoacán. Los pequeños fueron elegidos por ser los mejores en sus colegios o por haber cumplido sus labores de catequesis en las iglesias.
Finalmente, el Sumo Pontífice sostendrá un encuentro con jóvenes a las 16.30 locales (22.30 GMT) en el Estadio José María Morelos y Pavón, que acogerá a unos 40 mil dentro del recinto y otros 50 mil que seguirán el evento a través de pantallas instaladas en el estacionamiento.
- VIDEO de archivo | La violencia regresa a Michoacán
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El encuentro durará aproximadamente una hora, tras lo cual Francisco partirá de regreso a la Ciudad de México a las 18.55 hora local (00.55 GMT del miércoles) para pernoctar en la Nunciatura.
Después de su visita a Morelia, el Papa pondrá punto final el miércoles a su gira de cinco días por México en Ciudad Juárez (norte), fronteriza con Estados Unidos.
El Papa llegó el viernes recién pasado a México y el sábado asistió a un acto oficial en el Palacio Nacional, a un encuentro con obispos mexicanos en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México y a la Basílica de Guadalupe para una misa multitudinaria.
El domingo recién pasado también ofició misa en el municipio de Ecatepec, en el Estado de México, y visitó más tarde un hospital infantil en la capital de ese país, mientras este lunes encabezó una celebración litúrgica dedicada a indígenas en San Cristóbal de las Casas, estado de Chiapas, y un encuentro con familias en Tuxtla Gutiérrez, capital del mismo estado.
Jerarquía eclesiástica
El año pasado Francisco nombró cardenal a Alberto Suárez Inda, arzobispo de Morelia, que al igual que el Papa ha exhortado a los miembros de la jerarquía eclesiástica de México a que dejen de lado su vida cómoda y se conviertan en pastores con el “olor a oveja” de sus feligreses.
Es una frase famosa del pontífice sobre la necesidad de los obispos de acompañar a su grey a través de los altibajos de la vida.
Desde que comenzó su viaje por el país el viernes por la noche, Francisco ha reprendido varias veces a los líderes de la Iglesia mexicana, muchos de los cuales se muestran renuentes a criticar a la élite de los ricos y poderosos con la que tienen vínculos cercanos.
En la Ciudad de México el sábado criticó a los que llamó clérigos chismosos, altivos y ensimismados por destacar en su carrera, y los exhortó a que apoyen a su grey y ofrezcan valor “profético” al enfrentar el narcotráfico.
La escala del papa en Morelia es una señal de que respalda completamente el programa pastoral de Suárez Inda y lo considera un modelo para que otros clérigos lo emulen.
Funcionarios de los divino
El papa Francisco celebró una hoy misa con las religiosas, religiosos y seminaristas en Morelia, en el centro de México, y les pidió que no sean “funcionarios” de lo divino, ni “empleados de Dios”.
“No somos ni queremos ser funcionarios de lo divino, no somos ni queremos ser nunca empleados de Dios, porque somos invitados a participar de su vida, somos invitados a introducirnos en su corazón, un corazón que reza y vive diciendo” , les dijo el papa.
Francisco les invitó a recordar la oración del Padre nuestro cuando se dice “no nos dejes caer en la tentación” y les instó a “no caer” en ella.