Internacional

Pandillas en El Salvador: Comisionado de DD. HH. de la ONU insiste en que es excesiva la duración del estado de excepción impuesto por Bukele

El presidente Nayib Bukele impuso un estado de excepción en El Salvador desde marzo de 2022 con el que busca acabar con las pandillas.

Fuerzas de seguridad de El Salvador mantienen operativos contra las pandillas durante el estado de excepción impuesto por Nayib Bukele. (Foto Prensa Libre: PNC El Salvador)

Fuerzas de seguridad de El Salvador mantienen operativos contra las pandillas durante el estado de excepción impuesto por Nayib Bukele. (Foto Prensa Libre: PNC El Salvador)

El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, insistió hoy en que la duración del estado de emergencia en El Salvador es excesiva y que son alarmantes “las detenciones masivas que esto ha permitido.

En su discurso de inauguración de la 54º sesión del Consejo de Derechos Humanos, Türk abordó la situación en varios países que considera que son objeto de preocupación, entre los que ha figurado El Salvador.

En este contexto, consideró inaceptables las condiciones en las prisiones , así como las restricciones cada vez más importantes para el ejercicio de los derechos civiles y el debido proceso, que las autoridades han justificado como necesarias en la lucha contra la criminalidad que tenía en vilo al país.

El régimen de excepción está en vigor desde hace un año y medio en El Salvador, periodo durante el cual decenas de miles de personas han sido encerradas, más de 12 mil de ellas en una prisión destinada al confinamiento de miembros de las llamadas “maras” o pandillas juveniles.

Según la oficina de Türk, cerca de 70 mil personas han sido encarceladas en algún momento desde que se impuso el estado de emergencia y sostuvo que al menos 1 mil 600 eran menores de edad.

Asimismo, denunció que 153 reclusos habían muerto en la cárcel y que la mitad de estas muertes había sido violenta.

Paralelamente, organizaciones proderechos humanos han denunciado olas continúas de detenciones arbitrarias.

Türk reconoció que poner fin a décadas de “criminalidad desenfrenada” es un desafío muy complejo, pero que las soluciones -si se quiere que sean duraderas en el tiempo- deberían atender a las raíces del problema.

Mencionó en particular las desigualdades sociales y la ausencia de buenas políticas de gobierno.