Esta insólita historia comenzó en 1985 en el estado de Kentucky, Estados Unidos, cuando Fred Myers, un adulto mayor, despertó al escuchar un fuerte ruido afuera de su hogar.
A raíz de este sonido, el cual causó terror en el adulto mayor, Myers salió a la puerta principal de su casa y para su sorpresa encontró a un hombre muerto.
El cuerpo de este individuo parecía salido de una serie de narcotraficantes, ya que tenía puesto un chaleco antibalas, un paracaídas y una enorme maleta con armas y cientos de miles de dólares.
Inmediatamente, Myers llamó a la policía para reportar el cadáver hallado afuera de su casa y las autoridades de Kentucky crearon la hipótesis de que este hombre habría perdido la vida al saltar de una aeronave y tener problemas con su paracaídas.
Varios meses después de este terrorífico suceso, la guardia forestal del bosque nacional de Chattahoochee fue sorprendida al encontrar el cuerpo si vida de un oso negro junto a 40 paquetes de cocaína.
Al oso, que murió aparentemente por consumir buena parte de esa cocaína, se le empezó a llamar Pablo EscoBear y se convirtió en una leyenda en todo el mundo. Su cuerpo se mantuvo intacto por un taxidermista y estuvo mucho tiempo en exhibición. Ahora no se sabe donde se encuentra. pic.twitter.com/pRSxlMTobF
— The Horror Lover (@THorror_Lover_) October 6, 2022
Las autoridades locales comenzaron a investigar el caso y descubrieron que los paquetes de droga, los cuales fueron abiertos por el oso, habían sido arrojados por el presunto narcotraficante que tres meses antes fue hallado sin vida en Kentucky.
Con el fin de corroborar los motivos de la muerte del oso, su cuerpo fue llevado a la Oficina de Investigación del estado de Georgia, donde abrieron su estómago para poder examinarlo a detalle.
Los resultados de los exámenes indicaron que el oso negro había comido más de 35 kilos de la cocaína perteneciente al narcotraficante, por lo que murió de una sobredosis.
El trágico fallecimiento del oso se relacionó a varias patologías, ya que sufrió una hemorragia cerebral, insuficiencia renal y cardiaca, derrame cerebral e hipertermia de manera simultánea.
Tras salir a la luz esta insólita historia, el oso que murió por comer más de 35 kilos de cocaína fue bautizado como “Pablo EscoBear”, en alusión a Pablo Emilio Escobar Gaviria, narcotraficante mexicano que llegó a controlar más del 80 por ciento del tráfico de droga durante esta época.