Virginia Vallejo era la periodista estrella de Colombia en los años 80 y rápidamente se volvió en una obsesión para el mayor narcotraficante de la historia.
La reconocida periodista era una de las mujeres más influyentes en Colombia y era la cara del telediario más popular de la época, el noticiero 24 Horas.
Antes de conocer al líder del Cártel de Medellín, Virginia Vallejo mantuvo una relación con Anibal Turbay Bernal, sobrino del presidente de Colombia en ese momento, Julio César Turbay Ayala.
El sobrino del expolítico colombiano fue quien llevó a la famosa periodista por primera vez a la Hacienda Nápoles, hogar del narcotraficante más poderoso del planeta, lugar donde Virginia Vallejo y Pablo Escobar se conocieron.
“Yo estaba comprometida con Aníbal Turbay, sobrino del presidente. Junto a él y otras personas fuimos invitados a conocer el zoológico de un político en la Hacienda Nápoles”, dijo.
Ese día, el capo del narcotráfico le salvó la vida al arrojarse al río tras ver que la comunicadora se estaba ahogando y en ese momento comenzó a seducirla hasta convertirla en su amante.
“Fue muy valiente al arrojarse al río. Yo no lo conocía. La gente estaba hablando, atendiendo a la parrillada y solo él se dio cuenta de que me ahogaba. Cómo iba a imaginar que eso cambiaría mi vida”, confesó la periodista colombiana.
Día tras día, la relación entre Pablo Escobar y Virginia Vallejo se volvía más fuerte hasta el punto en que la presentadora del noticiero 24 Horas confesó estar enamorada del narcotraficante más peligroso de la historia.
Según Virginia, el líder del Cártel de Medellín la conquistó con sus constantes detalles y la forma tan especial en la que la trataba.
“Fueron muchas cosas. Primero me salvó la vida, luego borró las deudas de mi compañía y me envió mil orquídeas. Si no me hubiese amado con esa pasión, no le hubiese dado bola. En ese momento podía escoger al hombre que quisiera”, confesó Virginia Vallejo.
No obstante, la relación entre Pablo Escobar y la periodista más famosa de Colombia comenzó a estropearse debido a los pensamientos paranoicos y acciones terroristas del capo del narcotráfico.
Virginia confesó que un día en la Hacienda Nápoles, Pablo Escobar le comentó que necesitaba urgentemente un misil y luego le habló sobre sus planes de luchar contra el Pentágono.
“Aquello fue delirante. Fue la última vez que estuve en la Hacienda Nápoles. Se volvió megalómano por la fama: lo entrevistaban, salía en todas partes, en las portadas. Lo convirtieron en un personaje. Y se volvió realmente paranoico. No puedo jurarlo, pero tras dejarlo, creo que no tuvo quien lo frenase ni aconsejase”, reveló.
Tras más de cinco años de relación, Virginia Vallejo decidió poner fin a su relación con Pablo Escobar luego que el narcotraficante perdiera la cabeza y amenazara a la periodista.
“Fue en 1987, cuando creyó que yo iba a irme con Gilberto Rodríguez Orejuela [capo del rival cartel de Cali]. Se le metió eso en la cabeza y empezó a mostrar su verdadera alma. Yo quería un negocio de cosméticos y Rodríguez era dueño de casi todos las empresas de ese género en Colombia, pero Pablo se volvió loco y comenzó la guerra”, relató Virginia.
“Lo dejé para siempre porque me aterrorizaba lo que me dijo que iba a hacer, entre otras cosas, contratar a un etarra para enseñarle a poner bombas. La diferencia entre un asesino y un terrorista es la dinamita. Un asesino mata a una persona por equis razón, en este caso, venganza. Pero cuando pone dinamita caen inocentes, niños, ancianos, cae todo. Se volvió paranoico, enfermo de megalomanía y no podía seguir con él. Pablo se volvió un monstruo cuando lo dejé y empezó a usar dinamita”, confesó la reconocida periodista.
Virginia Vallejo abandonó Colombia luego del asesinato de Pablo Escobar y buscó asilo político en Estados Unidos. Desde entonces, la periodista ha publicado su libro Amando a Pablo, odiando a Escobar, en el que relata sus experiencias junto al narcotraficante más peligroso de la historia.
Actualmente, Virginia Vallejo vive en Miami y se ha mantenido al margen de los medios de comunicación debido a las constantes amenazas recibidas en su contra por su relación con el capo del narcotráfico.
“Mi nueva tierra es EE. UU., un país duro pero el mejor del mundo para alguien como yo y en el que protegieron mi vida”, informó.