A lo largo de los años, el capo del narcotráfico acumuló una inmensa cantidad de dinero mientras lideraba el Cártel de Medellín y traficaba droga a cada rincón del mundo.
El reconocido narcotraficante llegó a controlar el 80 por ciento de la cocaína que se vendía en Estados Unidos en la década de 1980 y debido a esto su fortuna creció exponencialmente.
De acuerdo con los relatos sobre Pablo Escobar, su riqueza era tal que una noche en la que su familia pasaba frío en un escondite, el narcotraficante quemó más de US$2 millones para hacer una fogata y que sus seres amados entraran en calor.
Tras años controlando el tráfico de droga en Colombia, Pablo Escobar fue asesinado en 1993 por el Bloque de Búsqueda, unidad de operaciones especiales de la policía que tenía el único fin de capturar al capo del narcotráfico.
Desde el momento de su muerte, se comenzó a estimar la verdadera fortuna del líder del Cártel de Medellín, la cual disminuyó considerablemente durante sus últimos años de vida a causa de la pérdida del control de las rutas del narcotráfico.
Sin embargo, la riqueza de Pablo Escobar proveniente del monopolio del tráfico de droga lo hizo ser la persona más rica de América, situación que causó indignación en Colombia.
De acuerdo con una investigación realizada por la revista Forbes, Pablo Escobar llegó a ser la séptima persona más rica del mundo y su fortuna ascendía a US$30 mil millones.
El líder del Cártel de Medellín fue el encargado de traficar miles de toneladas de cocaína hacia Estados Unidos, situación que hizo que su grupo criminal ganara más de US$22 mil millones al año.
Dentro de esta fortuna, se incluyen varias propiedades del reconocido narcotraficante, como la Hacienda Nápoles, valuada en US$1 millón 200 mil, y la Casa Rosada en Miami, inmueble que fue incautado en 1987 por la DEA.
No obstante, luego de la muerte del capo del narcotráfico, su familia no pudo disfrutar de su fortuna ya que la tuvo que repartir entre los múltiples enemigos de Escobar, quienes amenazaron con matarlos si no lo hacían.
De acuerdo con Victoria Eugenia Henao, esposa del narcotraficante, estas personas querían dinero a cambio de los secuestros, asesinatos y daños a propiedades que el líder del Cártel de Medellín causó a lo largo de los años.