Entre carteles en los que se leía “inocentes presos y delincuentes sueltos”, y fotografías de López y el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, que está bajo arresto domiciliario a la espera de un juicio por una supuesta conspiración, los opositores marcharon pacíficamente y culminaron su protesta con una concentración en los alrededores de la plaza José Martí de Chacaíto a la que se unieron algunos jóvenes que se encuentran en huelga de hambre y las esposas y familiares de los dirigentes encarcelados.
“Me duele la barriga, me duele el corazón de pensar que cada hora se debilita Leopoldo López”, afirmó conmovida Lilian Tintori, esposa del dirigente, al asegurar que la vida del opositor está en riesgo luego de 27 días de huelga de hambre.
“Es tu responsabilidad (presidente) Nicolás Maduro, si a Leopoldo López y si alguno de estos muchachos les pasa algo”, dijo Tintori durante un discurso en el que exigió a las autoridades la definición de la fecha de las elecciones parlamentarias y la liberación de los presos políticos, que son dos de las solicitudes que hizo el dirigente encarcelado cuando emprendió el ayuno voluntario el pasado 24 de mayo.
A la huelga de López se han sumado varias decenas de manifestantes en todo el país, anunció la oposición.
El dirigente del partido Voluntad Popular ha perdido unos 15 kilos por su ayuno prolongando, dijo Tintori, que indicó que este sábado le pediría a su esposo, durante su visita en la cárcel, que cancele la huelga para garantizar su vida.
La fiscal general Luisa Ortega Díaz ofreció el viernes a los familiares de López el envío de un médico forense para tratar al opositor.
The Associated Press no ha podido corroborar por fuentes independientes la condición de López y otros huelguistas.
López se encuentra recluido desde hace 16 meses en la cárcel militar de Ramo Verde, a las afueras de la capital, mientras es procesado por supuestamente promover unas protestas violentas en la capital en febrero del 2014 que dejaron tres muertos.
Un grupo de senadores brasileños arribó hace dos días a ese país para visitar a López y otros opositores encarcelados, pero no pudieron cumplir su agenda debido a un fuerte congestionamiento de vehículos que les impidió acceder desde el aeropuerto a Caracas.
El gobierno de Brasil convocó el viernes a la embajadora venezolana en ese país, María Lourdes Urbaneja, y pidió aclaratorias a la ministra de Relaciones Exteriores de Venezuela, Delcy Rodríguez, sobre la situación que enfrentaron los senadores que fueron hostigados por supuestos manifestantes oficialistas.
Las autoridades venezolanas negaron el viernes haber obstaculizado la principal vía de acceso entre el aeropuerto y Caracas para impedir la visita de los brasileños, y denunciaron la existencia de una “maniobra mediática que grupos de la derecha nacional e internacional.”
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela dijo en un comunicado que el viaje de los senadores brasileños tuvo como propósito “desestabilizar la democracia venezolana y generar confusión y conflicto entre países hermanos.”